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BASES PARA EL DIAGNÓSTICO
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Dolor abdominal bajo o pélvico.
Hipersensibilidad uterina, de los anexos o durante la movilización cervical.
Ausencia de un diagnóstico alterno.
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La enfermedad pélvica inflamatoria (PID, pelvic inflammatory disease) es una infección polimicrobiana de la porción superior del aparato genital vinculada con los microorganismos de transmisión sexual N. gonorrhoeae y Chlamydia trachomatis, así como patógenos endógenos, que incluyen anaerobios, Haemophilus influenzae, bacilos gramnegativos entéricos y estreptococos. Es muy frecuente en mujeres jóvenes, nulíparas, sexualmente activas con múltiples compañeros, y una causa grave de infecundidad y embarazo ectópico. Los anticonceptivos orales o métodos de barrera para la anticoncepción pueden proveer una buena protección.
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MANIFESTACIONES CLÍNICAS
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Las mujeres con enfermedad pélvica inflamatoria tienen dolor abdominal inferior. Los síntomas adicionales pueden incluir hemorragia uterina anormal y flujo vaginal anormal. Manifestaciones sistémicas como la fiebre típicamente indican una enfermedad más grave, incluyendo absceso pélvico. El dolor en el cuadrante superior derecho (síndrome de Fitz-Hugh-Curtis) sugiere perihepatitis relacionada. Sin embargo, el diagnóstico de PID se complica porque muchas mujeres tienen síntomas sutiles o leves que no se reconocen con facilidad como manifestaciones de PID, como hemorragia poscoital, polaquiuria o lumbalgia.
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B. Criterios diagnósticos mínimos
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La PID es un diagnóstico clínico. En las mujeres con sensibilidad con el movimiento del cuello uterino o de los anexos debe considerarse el diagnóstico de PID y tratarse con antibióticos, a menos que haya un diagnóstico alterno, como embarazo ectópico o apendicitis.
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C. Criterios adicionales
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Ningún dato de la anamnesis, la exploración física o los estudios de laboratorio es definitivo para identificar PID aguda (eFig. 18–17). Pueden usarse los siguientes criterios para aumentar la especificidad del diagnóstico: 1) temperatura oral > 38.3°C; 2) secreción anormal cervicouterina o vaginal con leucocitos en el examen microscópico con solución salina (> 1 leucocito por célula epitelial); 3) aumento de la tasa de eritrosedimentación; 4) incremento de la proteína C reactiva, y 5) comprobación de laboratorio de la infección cervicouterina por N. gonorrhoeae o C. trachomatis. Siempre debe solicitarse cultivo endocervical, pero el tratamiento no debe retrasarse en espera de los resultados.
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