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Diversos fármacos, drogas ilegales y sustancias tóxicas pueden producir lesión miocárdica aguda o crónica; la presentación clínica varía ampliamente. Las fenotiazinas, litio, cloroquina, disopiramida, compuestos que contienen antimonio, y arsénico pueden ocasionar cambios electrocardiográficos, arritmias o insuficiencia cardiaca. Las reacciones de hipersensibilidad a la sulfonamidas, penicilinas y ácido aminosalicílico, así como otros fármacos, pueden ocasionar disfunción cardiaca. La radiación puede ocasionar reacción inflamatoria aguda y fibrosis crónica del músculo cardiaco, por lo general en combinación con pericarditis.
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La cardiotoxicidad por cocaína puede ocurrir por espasmo de las arterias coronarias, infarto miocárdico, arritmias y miocarditis. También se ha descrito una miocardiopatía por cocaína. Como muchos de estos trastornos patológicos parecen ser mediados por el efecto inhibidor de la cocaína sobre la recaptación de norepinefrina en los nervios simpáticos, se han utilizado β bloqueadores en pacientes con estenosis fija. En el espasmo coronario documentado, pueden ser eficaces los antagonistas de los conductos de calcio y los nitratos. Está indicado el tratamiento habitual para la insuficiencia cardiaca o enfermedades del sistema de conducción cuando aparecen síntomas. Otras drogas recreativas se han asociado con miocarditis en varios reportes de casos.
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Algunas enfermedades sistémicas se han asociado con miocarditis, lo que incluye miocarditis de células gigantes, miocarditis eosinofílica, enfermedad celiaca, granulomatosis con poliangitis y sarcoidosis. Varios estudios observacionales han sugerido beneficios por el tratamiento inmunodepresor, en especial en la miocarditis de células gigantes, lo que incluye aquellos dirigidos principalmente a los linfocitos T (p. ej., con el uso de muromonab-CD3). El tratamiento de la miocarditis eosinofílica incluye el uso de corticoesteroides en dosis altas y la eliminación del fármaco causal o del factor desencadenante, si se conoce. La mayor parte de los estudios sugieren que la infección por VIH es solo indirectamente causante de la miocardiopatía por VIH y a menudo se han implicado otros factores como la proteína gp 120, reacciones adversas al tratamiento antirretroviral e infecciones oportunistas. En el miocardio de algunos pacientes se ha identificado virus de Epstein-Barr y virus del herpes simple.
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El problema de los efectos secundarios cardiovasculares de la quimioterapia para el cáncer es creciente y ha dado origen a una nueva área clínica en la cardiología, conocida como cardiooncología. Las antraciclinas (doxorrubicina, daunorrubicina, idarrubicina, epirrubicina y mitoxantrona) continúan siendo la base del tratamiento de muchos cánceres, pero pueden ocasionar miocardiopatía. Puede esperarse la aparición de insuficiencia cardiaca en 5% de los pacientes tratados con dosis acumuladas de 400 a 450 mg/m2 y esto se duplica si el paciente tiene más de 65 años. Los síntomas y la evidencia de disfunción miocárdica por lo general aparecen después de un año de iniciado el tratamiento, pero las manifestaciones tardías de insuficiencia cardiaca pueden aparecer hasta una década más tarde. Los principales mecanismos de cardiotoxicidad parecen estar relacionados con la tensión oxidativa inducida por la apoptosis y necrosis de miocitos. Hay alteración de la sarcómera. La comprensión de este proceso patológico ...