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Los cambios fisiológicos normales durante el embarazo pueden exacerbar los síntomas de cardiopatía subyacente incluso en mujeres previamente asintomáticas. El volumen sanguíneo materno se incrementa progresivamente hasta el final del sexto o séptimo mes. Se incrementa el volumen sistólico sobre el mismo periodo de tiempo como consecuencia de los cambios en el volumen y el incremento en la fracción de expulsión del ventrículo izquierdo. Esto último refleja de forma predominante una reducción en la resistencia periférica debido a vasodilatación y cortocircuitos de baja resistencia a través de la placenta. La frecuencia cardiaca se incrementa en el tercer trimestre del embarazo con un incremento del gasto cardiaco conforme el volumen sistólico alcanza su máximo. En general, se incrementa el gasto cardiaco en 30% a 50%, alcanzando su máximo alrededor de la semana 14 de gestación (y permanece constante en lo sucesivo); la presión arterial sistólica tiende a incrementarse ligeramente o permanece sin cambios, pero la presión diastólica disminuye de forma significativa conforme disminuye la poscarga ventricular. La compresión de la vena cava por el útero gestante puede disminuir el retorno venoso y el gasto cardiaco en decúbito.
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El alto gasto cardiaco ocasiona alteraciones en la exploración cardiaca. Se ausculta un tercer ruido cardiaco prominente y normal, y es común un soplo de flujo pulmonar. Sobre las mamas pueden auscultarse un soplo mamario. Los cambios electrocardiográficos incluyen disminución en los intervalos PR y QT relacionados con la frecuencia cardiaca desviación del eje eléctrico a la izquierda, ondas Q inferiores por una posición más horizontal del corazón y cambios inespecíficos en el segmento ST y onda T. Los hallazgos ecocardiográficos normales incluyen ligero incremento del tamaño de las cavidades cardiacas, insuficiencia valvular funcional y en ocasiones pequeños derrames pericárdicos.