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Albert R. Jonsen, PhD 1931–2020
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Al Jonsen fue un extraordinario erudito y un colega notable, un líder entre la primera generación de bioéticos médicos estadounidenses. Bill Winslade y yo fuimos afortunados cuando Al nos invitó en 1980 a unirnos a él para escribir el primer libro sobre ética médica clínica dirigido a médicos. En particular, la primera edición, publicada en 1982, se diseñó para que cupiera en el bolsillo de una bata de laboratorio como una guía práctica para ayudar a los médicos a incursionar en este nuevo terreno. A solicitud de Al, nos reunimos durante una semana en un extraordinario estudio en una terraza con paredes de vidrio y vista a la bahía de San Francisco. Durante esa semana, los tres organizamos el libro y decidimos quién de nosotros sería el autor del primer borrador de cada uno de los cuatro capítulos. En nuestro prefacio a la primera edición, explicamos:
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“Hemos escrito este libro para médicos […] aunque los profesionales de otras especialidades, las enfermeras y los estudiantes de medicina deberían encontrarlo útil. Los tres afirmamos contar con cierta experiencia clínica como médicos o consultores. Cada uno de nosotros está formado en diferentes disciplinas: Jonsen en filosofía y teología moral; Siegler en medicina, y Winslade en derecho, filosofía y psicoanálisis. Salimos de pabellones y clínicas, de libros y conferencias, con la intención de aportar nuestra experiencia y capacitación para analizar los problemas éticos que enfrenta el practicante de la medicina”.
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Antes de que Al muriera en paz el 21 de octubre de 2020, habíamos completado el trabajo para la novena edición de Ética clínica, sin saber que sería nuestra última colaboración. Con tristeza y gratitud, dedicamos esta novena edición en honor y a la memoria de Albert R. Jonsen.
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Desde que conocí a Al Jonsen en 1978, trabamos una gran amistad y fuimos colegas cercanos. Nuestro trabajo junto con Mark Siegler en Ética clínica siempre fue desafiante y realmente esclarecedor. En nuestras reuniones en San Francisco no sólo exploramos ideas éticas sino también la resolución práctica de problemas en ética clínica. Al siempre estuvo abierto a explorar enfoques alternativos para pensar sobre problemas prácticos en ética clínica. Su formación en teología y filosofía, así como su sabiduría práctica, lo convirtieron en un colega extraordinariamente inspirador. Durante más de 40 años, compartimos ideas y buscamos hacer de Ética clínica un marco práctico y productivo para formular dilemas éticos clínicos en medicina, y facilitar la toma de decisiones relacionadas. Su visión, amplia experiencia, sabiduría práctica y pericia intelectual fueron extraordinarias. Siempre apreciaré la oportunidad que tuve de colaborar con Al. Me siento muy privilegiado y honrado de haber trabajado con él.
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Cuando Al Jonsen me invitó a unirme a él y a sus colegas para escribir la novena edición de Ética clínica, dijo que quería traer a la nueva edición la perspectiva de un ético clínico con experiencia y en ejercicio. Su idea era reflejar la complejidad cambiante de las cuestiones éticas en la medicina. Al haberme capacitado con él mientras yo era becaria de ética clínica, trabajado más tarde con él como colega y tras haber practicado el método en mi trabajo diario, traer los temas actuales a esta última edición fue una oportunidad emocionante y bienvenida. Para Al Jonsen, Ética clínica ha evolucionado de ser un libro para médicos a uno que sirve como una guía fundamental para los profesionales del cuidado de la salud que luchan con situaciones difíciles de pacientes, que tienen componentes éticos. Al trabajar con él en la nueva edición, aprendí cuánto le importaban los hechos y la consistencia; y eso me permitió ver más de cerca su experiencia especial en la simplificación de conceptos e ideas complejos y su traducción a un lenguaje sencillo que los cuidadores de una amplia variedad de formaciones disciplinarias entiendan y pongan en práctica con facilidad. Como uno de los contribuidores más destacados en el campo de la ética clínica, no sólo fue un hombre de su tiempo, sino también un hombre adelantado a su época, en el sentido de que estuvo a la vanguardia de la configuración del desarrollo de esa disciplina. Es ese espíritu vital de hacer avanzar el campo que Al Jonsen puso en cada edición de Ética clínica, y seguirá siendo su legado en el futuro.
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