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El fémur es el hueso más largo y fuerte del cuerpo, y el principal hueso del muslo. El fémur se articula con el acetábulo (articulación de la cadera) y la tibia y la rótula (articulación de la rodilla). La articulación de la rodilla permite la flexión, extensión y rotación mínima, y soporta el peso del cuerpo durante posiciones estáticas y el movimiento dinámico durante la marcha.
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ACCIONES DEL COMPLEJO DE LA RODILLA
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Las articulaciones entre el fémur, la tibia y la rótula forman la articulación de la rodilla y permiten las acciones que se mencionan a continuación (figura 36–1A):
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Flexión. Doblar la articulación de la rodilla.
Extensión. Enderezar la articulación de la rodilla.
Rotación interna y externa. Pequeños movimientos de rotación en el eje vertical.
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Los músculos del muslo están divididos por sus compartimientos fasciales (anterior, medial y posterior) y actúan sobre la(s) articulación(es) que cruza(n) los músculos individuales (figura 36–1B y cuadro 36–1).
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