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INTRODUCCIÓN

El diagnóstico de una infección microbiana empieza con una evaluación de las características clínicas y epidemiológicas, lo que conduce a la formulación de una hipótesis diagnóstica. Por lo general, se incluye la localización anatómica de la infección con la ayuda de los hallazgos físicos y radiológicos (p. ej., neumonía del lóbulo inferior derecho, absceso subfrénico). Este diagnóstico clínico sugiere cierto número de agentes etiológicos posibles con base en el conocimiento de los síndromes infecciosos y sus cursos. Entonces, se establece la causa específica o el diagnóstico etiológico mediante la aplicación de los métodos que se describen en el presente capítulo. Se requiere una combinación de arte y ciencia por parte tanto del médico como del laboratorista: el primero debe seleccionar los exámenes y muestras biológicas adecuadas a procesarse y, en caso apropiado, sugerir los agentes etiológicos sospechados al laboratorio. El laboratorista debe utilizar los métodos que demuestren los agentes probables y estar preparado para explorar las otras posibilidades que sugieran la situación clínica o los hallazgos de las pruebas de laboratorio. Los mejores resultados se obtienen cuando la comunicación entre el médico y el laboratorista se encuentra maximizada.

⁕ El diagnóstico clínico guía el método para el diagnóstico etiológico.

[Nota para el lector: con el símbolo ⁕ se ponen de relieve los conceptos que es probable se incluyan en las preguntas USMLE paso 1].

Detrás de cada muestra clínica enviada al laboratorio de diagnóstico debe haber una pregunta. ¿Mi paciente tiene la enfermedad, puedo descartarla, el resultado la confirma? Las respuestas a tales preguntas dependen de la comprensión, ya sea expresada de manera específica o no, las características de las pruebas ordenadas y realizadas. Estas características son la sensibilidad (capacidad de la prueba para descartar una enfermedad porque hay pocos resultados falsos negativos y, por tanto, se fallan menos casos) y especificidad (capacidad de la prueba para descartar o confirmar la etiología porque hay pocos resultados falsos positivos). Idealmente, una prueba tendría tanto sensibilidad como especificidad excelentes, pero los métodos tradicionales a menudo implican compensación entre los dos, lo que sólo enfatiza la necesidad de conocer la pregunta clínica o el motivo para solicitar una prueba. Los métodos moleculares, sin embargo, tienden a tener sensibilidad y especificidad mejoradas, lo que es verdadero para los diagnósticos etiológicos virales.

⁕ La sensibilidad es la capacidad de la prueba para descartar el diagnóstico.

⁕ La especificidad es la capacidad de la prueba para corroborar o confirmar el diagnóstico.

El valor predictivo de una prueba está determinado por su sensibilidad y especificidad y la prevalencia de la enfermedad en una población o la probabilidad de la misma en un paciente según los antecedentes, hallazgos clínicos y la epidemiología del agente de la enfermedad infecciosa que se está considerando. Cuanto más sensible sea una prueba, mayor será su valor predictivo negativo (NPV, negative predictive value), por lo que es muy poco probable que ...

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