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Las enfermedades pulmonares representan casi 50% de las muertes en niños menores de un año de edad y alrededor de 20% de todas las hospitalizaciones de niños menores de 15 años. Cerca de 7% de los niños tiene un trastorno respiratorio crónico. La comprensión de la fisiopatología de muchas enfermedades pulmonares pediátricas se refuerza con una apreciación del crecimiento y desarrollo normales del pulmón.
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CRECIMIENTO Y DESARROLLO
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En condiciones normales, el desarrollo pulmonar fetal progresa a través de cinco etapas, con una superposición considerable en el momento de cada una (cuadro 19–1). La interrupción de la secuencia conduce a importantes dificultades pulmonares neonatales que pueden extenderse de por vida. El recién nacido a término humano normal no tiene una dotación completa de alvéolos al nacer, por lo general 100–150 millones; esta cifra aumenta con el crecimiento normal a 300–600 millones de alvéolos en los adultos. Los lactantes que pierden incluso las últimas semanas de gestación suelen enfrentar el desafío de cumplir con las demandas de la transición de la vida fetal a la respiración aérea debido a alveolarización incompleta, y esto puede acentuarse por tensiones adicionales como mayor altitud, nutrición subóptima, mala calidad del aire o infecciones.
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Referencia
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Schittney
JC: Development of the lung. Cell Tissue Res 2017;367:427–444. doi: 10.1007/s00441-016-2545-0.
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AUXILIARES PARA EL DIAGNÓSTICO
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EXPLORACIÓN FÍSICA DE LAS VÍAS RESPIRATORIAS
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La exploración física pulmonar completa incluye la inspección, palpación, auscultación y percusión. La inspección de la frecuencia respiratoria y el trabajo respiratorio es fundamental para la detección de enfermedades pulmonares. La taquipnea, la disminución del sensorio, que sea muy difícil consolar al menor, el aumento del esfuerzo respiratorio, la retracción, el color deficiente y la reducción del movimiento sugieren hipoxemia. La palpación de la posición traqueal, la simetría del movimiento de la pared torácica ...