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Anualmente, 27 millones de estadounidenses hacen viajes internacionales, un tercio de ellos viaja a países en desarrollo, y alrededor de 50–70% se enferma durante su travesía al extranjero. El número de niños que viajan con sus familias continúa en aumento; los niños son particularmente susceptibles a enfermedades infecciosas, traumatismos y otros problemas de salud, que varían con el destino. La preparación para viajar con niños y lactantes incluye considerar los riesgos específicos para el destino, problemas médicos subyacentes y la administración de vacunas tanto sistemáticas como relacionadas con el viaje. En circunstancias ideales, el asesoramiento clínico previo debe realizarse al menos un mes antes, dada la necesidad de establecer una respuesta inmune eficaz de cualquier vacuna relacionada con el viaje; el médico involucrado en este asesoramiento previo debe centrarse en los temas que se listan en el cuadro 45–1. Ya que el COVID-19 fue declarado emergencia de salud pública de importancia internacional el 30 de enero de 2020, los viajes aéreos y el turismo se redujeron drásticamente en todo el mundo en un esfuerzo por frenar la propagación del SARS-CoV-2, las tasas de transmisión locales y el nivel de riesgo individual también deben considerarse durante el asesoramiento previo.
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PREPARACIÓN DE NIÑOS Y LACTANTES PARA VIAJAR
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Se debe informar a los padres y a los cuidadores que el viaje con niños y lactantes es mucho más placentero cuando el número de paradas en un solo viaje es limitado, el tiempo de viaje es relativamente corto, y se ponen en práctica medidas en anticipación de las posibles demoras que surjan. La planificación relacionada con retrasos en el itinerario y otros problemas debe incluir llevar juguetes o juegos nuevos o favoritos para distraerse, comida y bebidas, mudas de ropa y medicamentos para la fiebre.
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Atención médica durante el viaje
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Es útil obtener nombres y ...