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La azida de sodio es un sólido cristalino blanco inodoro muy tóxico usado en las bolsas de aire de muchos automóviles; su descomposición explosiva en gas nitrógeno produce la inflación rápida de la bolsa de aire. Además, la azida de sodio se usa en la producción de explosivos de azida metálica y como conservador en laboratorios. No tiene aplicaciones médicas actuales, pero debido a sus potentes efectos vasodilatadores, se ha valorado su uso como antihipertensivo.
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I. MECANISMO DE TOXICIDAD
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Se desconoce el mecanismo de toxicidad de la azida. Como el cianuro y el sulfuro de hidrógeno, la azida inhibe las enzimas respiratorias que contienen hierro, como la citocromo oxidasa, lo que produce inhibición de la fosforilación oxidativa y conduce a la hipoxia celular. En el SNC, la azida intensifica la neurotransmisión excitatoria. También es un vasodilatador potente de acción directa.
La azida de sodio forma ácido hidrazoico (HN3) en soluciones acuosas y ácidas, sobre todo en presencia de metales sólidos (p. ej., tubos de drenaje). Los vapores del ácido hidrazoico son acres y explosivos en altas concentraciones. La toxicidad aguda del ácido hidrazoico se ha comparado con la del cianuro de hidrógeno y la del sulfuro de hidrógeno.
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Aunque pueden encontrarse hasta 200 g de azida en la bolsa de aire de un automóvil, se consume por completo durante el proceso de inflación explosiva y no se ha informado toxicidad por azida debido a la exposición a bolsas activadas. Sin embargo, el hidróxido de sodio, un producto intermediario de la reacción de combustión, puede causar una irritación cutánea menor y quemaduras químicas. El talco o almidón de maíz usados para lubricar la tela pueden verse como polvo o humo blanco después del despliegue de la bolsa de aire.
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Inhalación. La irritación local por inhalación o un olor acre no representan una advertencia adecuada de la toxicidad. El límite máximo recomendado en el sitio de trabajo (ACGIH TLV-C) es 0.29 mg/m3 para la azida de sodio y 0.11 ppm para el ácido hidrazoico. Las concentraciones aéreas de tan solo 0.5 ppm pueden causar irritación de las mucosas, hipotensión y cefalea. Los trabajadores en una planta de azida de plomo expuestos a concentraciones en el aire de 0.3 a 3.9 ppm experimentaron cefalea, debilidad, palpitaciones e irritación leve de ojos y nariz, además de hipotensión.
Dermal. La exposición cutánea a través de piel lesionada raras veces puede causar toxicidad sistémica. Se informó una exposición letal por la explosión de una solución de azida de sodio al 1%, produjo quemaduras en el 45% de la superficie corporal con toxicidad típica por azida y un tiempo de evolución similar al de la ingestión oral.
Ingestión. La azida se absorbe bien en el tubo digestivo, las ingestiones representan la mayoría de las intoxicaciones graves o letales.
La ingestión mayor a ...