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Los pacientes que buscan atención médica después de haber consumido sustancias que alteran el estado psíquico pueden haber usado una gran variedad de compuestos. Varios de estos agentes se describen en otra parte de este manual (p. ej., anfetaminas, cocaína, marihuana, fenciclidina, ketamina y tolueno). Muchos de los fármacos descritos en este capítulo son entactógenos (“tocar dentro”), intensifican las sensaciones y fomentan ilusiones (p. ej., LSD, MDMA). Otros tienen características predominantes simpaticomiméticas, con alucinaciones como una parte menor de la experiencia general (p. ej., catinonas). Varios se han utilizado en gran medida para la experimentación personal, así como en la clínica para facilitar la psicoterapia. El uso de los alucinógenos clásicos como el LSD ha disminuidos en las décadas recientes. Ahora existe un resurgimiento del uso de alucinógenos nuevos con compuestos como la serie 2C-NBOMe y catinonas sintéticas, y con alucinógenos tradicionales como la ayahuasca. El cuadro II–24 lista algunos de los alucinógenos frecuentes e infrecuentes.
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