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INTRODUCCIÓN

La fiebre por humos metálicos es una enfermedad febril aguda causada por la inhalación de partículas respirables (humos) de óxido de zinc. Aunque este trastorno se señala como un efecto genérico de la exposición a muchos óxidos de otros metales (cobre, cadmio, hierro, magnesio y manganeso), hay poca evidencia que respalde esto (aunque la inhalación de algunos de esos metales puede relacionarse con neumonitis o neumonía). La fiebre por humos metálicos casi siempre ocurre en instalaciones de trabajo que implican soldadura, fundición o corte con flama de metales galvanizados (acero recubierto con zinc) o en fundiciones de latón. El cloruro de zinc de las bombas de humo puede causar lesión pulmonar grave, pero no causa fiebre por humos metálicos.

I. MECANISMO DE TOXICIDAD

La fiebre por humos metálicos se debe a la inhalación de óxido de zinc (ni la ingestión ni la administración parenteral induce este síndrome, aunque puede haber otros efectos tóxicos con esas vías de exposición). El mecanismo se desconoce, pero es probable que esté mediado por citocinas. No implica sensibilización (no es una alergia) y puede ocurrir con la primera exposición (en personas no expuestas antes al óxido de zinc inhalado).

II. DOSIS TÓXICA

La dosis tóxica es variable. Se desarrolla resistencia al trastorno después de días de exposición repetida (taquifilaxia), pero se desvanece con rapidez cuando la exposición cesa. El límite de exposición en el sitio de trabajo (TLV-TWA) recomendado por la ACGIH para partículas de óxido de zinc de tamaño respirable es 2 mg/m3 como promedio ponderado por tiempo en 8 h, con un límite de exposición de corto plazo (STEL) de 10 mg/m3, establecido para prevenir la fiebre por humos metálicos en la mayoría de los trabajadores expuestos. La exposición recomendada (REL) por el NIOSH para el total de partículas de óxido de zinc durante 10 h es 5 mg, pero con un techo de exposición de 10 mg. La soldadura de metal galvanizado sin la ventilación apropiada supera con facilidad estos límites. La concentración aérea considerada un peligro inmediato para la vida o la salud (IDLH) es 500 mg/m3.

III. PRESENTACIÓN CLÍNICA

  1. Los síntomas casi siempre comienzan 4 a 8 h después de la exposición con fiebre, malestar, mialgia y cefalea. La cuenta de leucocitos puede estar elevada (12 000 a 16 000/mm3). La radiografía torácica debe ser normal. Por lo general, todos los síntomas se resuelven por sí solos en 24 a 36 h.

  2. Se han informado algunas respuestas asmáticas o alérgicas raras al humo de óxido de zinc. Estas respuestas no son parte del síndrome de fiebre por humos metálicos.

  3. Los infiltrados pulmonares y la hipoxemia no son consistentes con la fiebre por humo metálico pura. Si existen, sugieren la posibilidad de neumonitis por metales pesados causada por inhalaciones de cadmio ...

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