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INTRODUCCIÓN

El naftaleno y el paradiclorobenceno son ingredientes frecuentes en los cubos para pañales y desodorizantes para inodoros, insecticidas y bolas de naftalina. Ambos compuestos tienen un olor acre similar olor y son sustancias cristalinas claras a blancas; por lo tanto, son difíciles de distinguir de manera visual. El naftaleno ya no se usa a menudo porque fue casi sustituido por el paradiclorobenceno, menos tóxico. Aunque las formulaciones y los tamaños varían, la mayoría de productos repelentes de polillas contienen casi 100% de naftaleno o paradiclorobenceno.

I. MECANISMO DE TOXICIDAD

Ambos compuestos se subliman en vapor al abrirlos. Se absorben bien por ingestión, exposición cutánea y por inhalación; aunque, por lo general, las vías oral y cutánea se relacionan con mayor toxicidad. Ambos compuestos causan molestias GI y los dos pueden causar estimulación del SNC. Además, el naftaleno puede producir hemólisis y metahemoglobinemia, en particular en pacientes con deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G6PD).

II. DOSIS TÓXICA

  1. Naftaleno. Tan solo 250 a 500 mg pueden producir hemólisis en un paciente con deficiencia de G6PD. Se desconoce la cantidad necesaria para causar letargo o convulsiones, pero puede ser de solo 1 a 2 g. Varios lactantes experimentaron intoxicación grave por ropa y ropa de cama que se había almacenado en bolas para polillas de naftaleno. La LD50 es 1.8 g/kg en ratas adultas.

  2. El paradiclorobenceno es mucho menos tóxico que el naftaleno; ingestiones de hasta 20 g han sido bien toleradas por adultos. La LD50 oral para ratas adultas es de 3.8 g/kg.

  3. Farmacocinética. Ambos compuestos se absorben con rapidez por VO o por inhalación.

III. PRESENTACIÓN CLÍNICA

La ingestión aguda casi siempre causa náusea y vómito en poco tiempo. Los dos compuestos son volátiles y la inhalación de los vapores causa irritación de ojos, nariz y faringe.

  1. Naftaleno.

    1. La ingestión de naftaleno puede causar agitación, cefaleas, confusión, letargo y convulsiones.

    2. La anemia hemolítica y la metahemoglobinemia están bien documentadas, en particular en niños después de la ingestión y en pacientes con deficiencia de G6PD.

    3. También se han registrado náusea, vómito, diarrea (en ocasiones sanguinolenta), hematuria e ictericia (como consecuencia de hemólisis).

  2. Paradiclorobenceno

    1. Las ingestiones agudas de pequeñas cantidades en niños siempre son innocuas.

    2. La exposición al vapor puede causar irritación ocular y molestias GI.

    3. El contacto directo prolongado produce una sensación ardorosa en la piel. El paradiclorobenceno se descompone en ácido clorhídrico; esto podría explicar parte de sus efectos irritantes.

    4. A diferencia del naftaleno, los efectos hematológicos son raros en la exposición aguda o crónica.

    5. Hay un solo caso de la década de 1950 con necrosis hepática y muerte en dos personas que vivieron en una casa saturada con paradiclorobenceno por varios meses; otros síntomas incluyeron cefaleas, torpeza, habla farfullante, diarrea y pérdida de peso. No se hicieron mediciones del aire y no se ...

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