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Diversos productos encontrados a menudo en casa carecen de toxicidad o causan toxicidad mínima o nula después de exposiciones accidentales típicas. Rara vez requieren tratamiento porque los ingredientes no son tóxicos, las concentraciones de los ingredientes con toxicidad potencial son mínimas o la construcción o el empaque del producto es tal que resulta en extremo improbable alcanzar una dosis significativa de un ingrediente dañino.
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En el cuadro II–52 se listan varios productos considerados no tóxicos. Sin embargo, el sabor o textura del producto puede ser desagradable o causar molestia gástrica leve. Además, algunos de los productos listados pueden tener un efecto de cuerpo extraño o conllevan un riesgo de atragantamiento, dependientes de la formulación y la edad del niño. En el cuadro II–53 se presentan ejemplos de productos que pueden causar molestia GI leve, pero no suelen considerarse tóxicos después de ingestiones pequeñas. Pueden causar cólico gástrico, vómito o diarrea, pero suelen ser leves y de resolución espontánea. En el cuadro II–54 se listan varios productos más que los niños ingieren con frecuencia, con efecto mínimo. Aunque pueden contener ingredientes con potencial tóxico, la concentración o empaque hacen muy improbable que se desarrollen síntomas después de una exposición pequeña.
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