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La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) se define como una afección que se desarrolla cuando el contenido gástrico asciende hacia el esófago, cavidad oral (incluyendo laringe) o pulmones, causando sintomatología o complicaciones que afectan la calidad de vida del paciente.
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Se considera como una afección a la calidad de vida cuando los síntomas leves se presentan dos o más días a la semana o cuando los síntomas severos se evidencian más de un día a la semana. Los síntomas característicos de esta patología son pirosis y regurgitación. La ERGE también puede clasificarse por la presencia de síntomas con o sin erosiones en una valoración endoscópica, y se describe como una enfermedad erosiva o no erosiva.1,2,3
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En el consenso global de Montreal se señala que la ERGE comprende una serie de afecciones relacionadas con el daño por reflujo (figura 25–1).1
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Los síntomas de la ERGE han aumentado en los últimos 25 años. En un par de revisiones sistemáticas basadas en estudios poblacionales, El-Serag et al., encontraron que la prevalencia de la ERGE con síntomas semanales aumentó aproximadamente 50% desde 1995, y se ha mantenido relativamente constante desde entonces. En Norteamérica se ha encontrado la mayor prevalencia a nivel global (19.8%), seguida de Europa (15.2%), Medio Oriente (14.4%) y el este de Asia (5.2%) (figura 25–2). La tasa de aumento en la prevalencia de los síntomas parece ser similar en las regiones estudiadas.4,5
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Existen pocos estudios que evalúen la prevalencia de síntomas de ERGE en Latinoamérica. En 2011 se publicó una revisión sistemática que incluye estudios de Brasil, Argentina y México, estimando una prevalencia similar a la de Estados Unidos y Europa (11.9–31.3%).6 Los dos estudios mexicanos incluidos son los únicos disponibles; uno en población geriátrica que reportó una prevalencia de 25%,7 y otro en el que únicamente se valoró la pirosis, reportando una prevalencia de 35%.8
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La incidencia en las complicaciones secundarias a ERGE también aumentó, llegando a una meseta a partir de los años 90; este hallazgo probablemente esté asociado con el uso de inhibidores de la bomba de protones (IBP). La complicación más temida es el adenocarcinoma esofágico con un riesgo cinco veces mayor en pacientes con síntomas de ERGE, pero sigue siendo poco frecuente, así como la mortalidad asociada directamente con este padecimiento.9,10
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Los factores de riesgo asociados con la ERGE son tabaquismo, consumo de alcohol, café, obesidad, ...