Skip to Main Content

PRINCIPIOS BÁSICOS Y GENERALIDADES

El hígado es el órgano sólido más grande del cuerpo humano, con un peso que va de 1.4 a 1.8 kg. El diafragma y los órganos correlacionados lo moldean tomando forma semejante a una cuña con la apariencia de un molde de la cavidad donde crece, aunque este tipo de forma implica tres superficies principales, es más fácil considerarlo de dos, la diafragmática y la visceral. El borde inferior separa la superficie diafragmática de la visceral, se observa afilado por la parte anterior y menos marcado, redondeado y poco definido en la parte posterior. El borde anterior afilado es el que palpa el clínico. En la superficie visceral del hígado, el plano de separación entre los lóbulos izquierdo y derecho pasa, por debajo, a través del lecho de la vesícula biliar y, por arriba, por la fosa de la vena cava inferior.1

Al lóbulo derecho lo dividen líneas imaginarias en los tramos anterior y posterior, y si está presente la fisura intersegmentaria, indica la separación. Cada uno de estos segmentos, a su vez, pueden subdividirse (figura 40–1). La vena hepática media ocupa el plano que separa los lóbulos izquierdo y derecho verdaderos sin seguir las ramas del árbol biliar.1

Los capilares sanguíneos absorben los productos de la digestión yendo del intestino al hígado antes de pasar a la circulación general, descargando en la vena porta, la cual lleva la sangre a los capilares del hígado; después de pasar a través de este segundo lecho capilar es cuando entran en la circulación general cruzando la vena hepática, en la que descarga el hígado.1 El término “sistema portal” se emplea para describir este patrón singular de circulación: capilares → vena → capilares → vena.

El hígado, además de recibir sangre venosa del intestino, capta sangre arterial mediante la arteria hepática. Las láminas hepáticas se disponen en unidades funcionales que se denominan lobulillos hepáticos. En el centro de cada uno de estos existen ramas de la vena porta y arteria hepática que se abren a los sinusoides localizados entre las láminas hepáticas.

La sangre arterial y la venosa portal, conteniendo moléculas absorbidas en el tubo digestivo, se mezclan cuando la sangre fluye por los sinusoides desde la periferia del lobulillo a la vena central. Las venas centrales de los diferentes lobulillos hepáticos convergen para formar la vena hepática, la cual transporta la sangre desde el hígado hasta la vena cava inferior.1

La bilis se produce en los hepatocitos y se segrega a los canalículos biliares, unos finos conductos que se ubican en el interior de cada lámina hepática, los cuales drenan en la periferia de cada lobulillo a los conductos biliares, que descargan a su vez en los conductos hepáticos que dirigen ...

Pop-up div Successfully Displayed

This div only appears when the trigger link is hovered over. Otherwise it is hidden from view.