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Este libro está dedicado a:
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Mis mentores, el Dr. Martin A. Samuels, el Dr. Allan H. Ropper y el Dr. Steven K. Feske, quienes por medio de su extraordinaria tutoría y enseñanza me capacitaron no sólo en la ciencia de la neurología, sino también en el arte de la medicina.
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Los estudiantes y residentes de la Harvard Medical School y del programa de residencia Partners Neurology (Boston); los residentes y el profesorado del Hôpital Universitaire de Mirebalais, Hôpital St. Nicolas de St. Marc y Hôpital St. Boniface (Haití); y los estudiantes y residentes del Queen Elizabeth Central Hospital y el Kamuzu Central Hospital (Malawi), quienes mediante sus brillantes preguntas y su insaciable deseo de aprender me enseñaron a impartir la cátedra de neurología.
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Los pacientes con los cuales, y por medio de los cuales, aprendí la práctica de la neurología y la medicina, y cuyo valor frente al sufrimiento nos inspira a aprender más acerca de sus enfermedades, enseñar a otros lo que aprendemos, y brindarles servicio a ellos y a sus familias de la mejor manera posible.
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Mi esposa Nina, cuyo apoyo, aliento y compañía ilimitados han sido tanto una fuerza sustentadora como una fuente de gran alegría.
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Mi padre (in memoriam), quien me inculcó la pasión por la ciencia, la medicina y el servicio.