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Consideraciones generales
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Muchos tumores epiteliales del tubo digestivo se desarrollan como pólipos benignos antes de volverse malignos, como se analiza en detalle en capítulos anteriores de este libro. Tales tumores pueden ser sintomáticos o asintomáticos, pediculados o sésiles, y varían en tamaño, desde milímetros hasta muchos centímetros de diámetro. Si están confinados a la mucosa o submucosa superficial, son casi todos susceptibles de extracción endoscópica mediante una de muchas técnicas de polipectomía, resección endoscópica mucosa (EMR, endoscopic mucosal resection) o disección endoscópica submucosa (ESD, endoscopic submucosal dissection).
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Los principios de la polipectomía endoscópica evolucionaron hasta convertirse en un conjunto estandarizado de técnicas desde su introducción hace casi 40 años. Las técnicas EMR y ESD continúan desarrollándose como innovaciones más recientes. La resección endoscópica tiene como objetivo extirpar un tumor en su totalidad para curarlo, para evaluación patológica completa y para reducir o erradicar el riesgo de recurrencia manteniendo la integridad de la pared del tubo digestivo y evitando la morbilidad relacionada con el procedimiento.
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La hemorragia es la complicación más común de la polipectomía, ocurre en 9.8/1000 (CI 95% 7.7–12.1) o 0.1 a 0.6% de los casos. La hemorragia pospolipectomía llega a ocurrir inmediatamente (dentro de las 12 horas) o demorarse (hasta 30 días), y es más probable que ocurra con los pólipos más grandes, pólipos con pedículos gruesos, lesiones del lado derecho, tumores que se extienden lateralmente; la hemorragia puede estar influida por factores del paciente, como enfermedades cardiovasculares o renales o uso de anticoagulantes. El uso de inyección de epinefrina con o sin tratamiento combinada usando un dispositivo mecánico durante la polipectomía suele reducir las tasas de sangrado temprano pospolipectomía. La perforación, la complicación más temida de la polipectomía, sigue siendo rara, pero su incidencia no ha cambiado desde la introducción de estas técnicas. Ocurre en 0.8/1000 (95% CI 0.6–1.0) o 0.7 a 0.9% de los casos, y es más probable que ocurra con polipectomía por cauterización fragmentaria de pólipos sésiles, pólipos cecales, lesiones no polipoides, mal levantamiento y con ESD. El síndrome de coagulación pospolipectomía llega a ocurrir horas o días después del procedimiento. Se cree que es una consecuencia de la lesión térmica del intestino después de la cauterización, lo que conduce a inflamación localizada y peritonitis sin perforación del intestino. Esto puede presentarse con fiebre, hipersensibilidad abdominal, leucocitosis, con estudios radiográficos que muestran aire en la pared intestinal, pero no aire libre en el abdomen, y debe manejarse con reposo intestinal, antibióticos, líquidos intravenosos y observación estrecha. El síndrome pospolipectomía suele ocurrir en uno a tres/100 000 casos, y se relaciona con lesiones >10 mm, lesiones no polipoides e hipertensión.
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Es posible llevar a cabo la polipectomía, EMR y ESD en el paciente sedado, ya que no hay receptores de dolor en la mucosa y la submucosa. La muscularis propia y la serosa, junto con el mesenterio, son capaces de ...