++
La mayoría de las heridas isquémicas es causada por la enfermedad arterial periférica (PAD, peripheral arterial disease) de moderada a grave; sin embargo, hay varios trastornos sistémicos que también pueden ocasionar hipoperfusión de la piel, lo que da como resultado heridas que no cicatrizan, por ejemplo, atrapamiento arterial, trombosis, quiste adventicio, embolia, displasia fibromuscular, disección, traumatismo, vasculitis y vasoespasmo.1 El tratamiento exitoso de cualquier herida isquémica depende primero del tratamiento de la enfermedad subyacente, ya sea PAD o alguna otra afección como presión, insuficiencia venosa, enfermedades autoinmunitarias, traumatismos, diabetes o infección. La evaluación de cualquier herida que se presente debajo de la rodilla debe incluir un examen vascular completo para descartar la PAD como un factor contribuyente. Este capítulo ilustra las heridas isquémicas causadas tanto por PAD como por trastornos sistémicos, así como los signos y síntomas para un diagnóstico diferencial.
++
Las guías prácticas del American College of Cardiology o de la American Heart Association clasifican la presentación de la PAD en cuatro categorías: asintomática, claudicación, isquemia crítica de las extremidades e isquemia aguda de las extremidades.2 Con frecuencia, el primer signo de que un paciente asintomático puede tener una PAD es una herida en el pie distal aunque no haya otros síntomas presentes. La claudicación se caracteriza por fatiga, malestar, pesadez o dolor en las extremidades inferiores con una cantidad predecible de ejercicio; se alivia con reposo y se trata mejor con terapia de ejercicio supervisada.3 La isquemia crítica de las extremidades (CLI, critical limb ischemia), causada por PAD de moderada a grave, se caracteriza por dolor en reposo, dolor nocturno en decúbito o lesiones isquémicas que suelen estar presentes durante al menos dos semanas. La isquemia aguda de las extremidades puede presentarse hasta un par de semanas después del inicio de los síntomas y suele manifestarse por las “6 P”: dolor (pain), parálisis, parestesia, falta de pulso, poiquilotermia (incapacidad para regular la temperatura corporal central) y palidez.1
++
La Society for Vascular Surgery ha desarrollado un sistema de estadificación del riesgo basado en la herida, isquemia e infección del pie (WIfI, wound, ischemia, and foot infection) que tiene en cuenta el tamaño de la herida, el grado de irrigación y la presencia de infección. El WIfI es la primera herramienta PAD que tiene en cuenta los tres aspectos de una herida en las extremidades inferiores y es de especial utilidad para las úlceras del pie diabético que, con frecuencia, se acompañan de un componente arterial. La clasificación de miembros amenazados de las extremidades inferiores de WIfI se muestra en la figura 2–1. Aunque la utilizan sobre todo cirujanos vasculares y podólogos, la clasificación WIfI sería una guía útil para cualquier médico a la hora de evaluar la gravedad del estado de un paciente cuando presenta una herida en una extremidad inferior. Por ejemplo, un individuo con una pequeña ...