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El edema en el tejido intersticial alrededor de cualquier herida, al margen de la etiología, inhibe el proceso de curación al atrapar las células necróticas y los desechos y, por tanto, impide el acceso de los eritrocitos al tejido lesionado, lo que a su vez reduce el suministro de oxígeno y nutrientes necesarios para sanar la herida. El manejo del edema alrededor de una herida depende de la etiología, la ubicación y la perfusión arterial del tejido perilesional. Determinar la etiología del edema requiere una revisión de los antecedentes médicos y farmacológicos, los antecedentes quirúrgicos (incluidos el tipo y los puntos de acceso) y la amplitud de movimiento articular y la fuerza muscular en las extremidades afectadas. Además, la valoración de cualquier extremidad inferior con edema incluye una evaluación vascular completa. En este capítulo se analizan las heridas causadas por el edema o vinculadas con él, sobre todo en las extremidades inferiores.
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INSUFICIENCIA VENOSA CRÓNICA (CVI)
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Muchas heridas de las extremidades inferiores con edema obedecen a la presencia de una insuficiencia venosa crónica (CVI, chronic venous insufficiency); sin embargo, muchas otras causas son posibles (cuadro 3–1). Los medicamentos que pueden provocar edema se presentan en el cuadro 3–2. El objetivo del tratamiento del edema es eliminar la causa, cuando sea posible, y aplicar compresión; sin embargo, no todas las compresiones son iguales y se recomienda personal capacitado para la aplicación de compresiones a fin de obtener los mejores resultados. La figura 3–1 presenta un algoritmo que es útil para determinar la causa del edema y qué vendaje usar, mientras que la figura 3–2 muestra un algoritmo para establecer la cantidad de compresión que es viable aplicar de manera segura a la extremidad inferior según el estado vascular. Estas pautas adquieren relevancia especial para las heridas que son consecuencia de una insuficiencia arterial y venosa combinada (CAVI, combined arterial and venous insufficiency) (figura 3–4). Los mismos principios pueden aplicarse al edema de las extremidades superiores,1 que también se trata con vendajes de compresión; sin embargo, por lo general se recomiendan vendajes de estiramiento corto (figura 3–3A). Cuando el edema se extiende a los dedos de las manos y los pies, los dedos se incorporan al vendaje de compresión utilizando rollos de gasa de dos capas.
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