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INTRODUCCIÓN

Los pares craneales ocupan un sitio especial en la neurología porque la exploración de su función o disfunción aporta información de gran importancia para localizar lesiones del tronco del encéfalo o la base del cráneo. Algunas de esas afecciones se revisan en otros capítulos, entre ellas trastornos del olfato en el capítulo 11; de la visión y músculos extraoculares en los capítulos 12 y 13; de la función coclear y vestibular en el capítulo 14, y dolor craneofacial en el capítulo 9. Aún falta describir los trastornos del nervio facial (VII) y de los pares craneales más inferiores (IX a XII), así como ciertos aspectos de las alteraciones de la función del nervio trigémino (V). Estos últimos se consideran aquí.

V PAR CRANEAL O NERVIO TRIGÉMINO

Generalidades anatómicas

Este par craneal (fig. 44–1) es una estructura mixta, sensitiva y motora. Conduce los impulsos sensitivos desde la mayor parte de la cara y la cabeza; desde las mucosas de nariz, boca y senos paranasales, y desde la córnea y la conjuntiva. También tiene como función la inervación sensitiva de la duramadre en las fosas anterior y media del cráneo. Los cuerpos celulares de la parte sensitiva del nervio se encuentran en el ganglio de Gasser, o semilunar. Este ganglio sensitivo de mayor tamaño en el ser humano se localiza en la porción medial de la fosa craneal media en el receso llamado cueva de Meckel. Los axones centrales de las células ganglionares constituyen la raíz sensitiva del nervio. Estas fibras se dividen en ramas corta ascendente y larga descendente al entrar en la parte media del puente. La primera se relaciona sobre todo con el sentido del tacto y la presión ligera, y hace sinapsis con neuronas de segundo orden en el núcleo sensitivo principal. Las fibras aferentes propioceptivas de los músculos faciales y maseteros terminan en el núcleo mesencefálico. Las fibras que median la sensación de dolor y temperatura no ingresan en estos núcleos, sino que forman las ramas descendentes largas del fascículo trigémino espinal. Esta vía, que contiene fibras facilitadoras e inhibidoras junto con su núcleo, discurre desde la unión del puente y el bulbo raquídeo hasta los segmentos más altos (C2 o C3) de la médula (como lo revela el alivio del dolor facial después de seccionar fascículos bulbares del trigémino).

FIGURA 44–1.

Esquema de los núcleos trigéminos y de algunos de los arcos reflejos del trigémino. I, división oftálmica; II, división maxilar; III, división mandibular. (Originalmente tomado de Ramón y Cajal S: La textura del sistema nervioso del hombre y los vertebrados, Madrid, Moya, adaptado por Carpenter MB, Sutin J: Human Neuroanatomy, 8a ed. Baltimore, Williams & Wilkins, 1982, con autorización.)

El núcleo trigémino espinal en la médula cervical ...

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