++
Las entregas de guardia son reuniones de todos los miembros del servicio para discutir los cuidados del paciente. Son diarias y de tres tipos.
++
Tienen lugar entre las 6:00 y las 9:00 de la mañana en la mayoría de los servicios; a ellas asisten residentes, internos y estudiantes, y, en algunos hospitales y servicios, el médico tratante. Las visitas matutinas son el momento de hablar de lo que le ha ocurrido al paciente durante la noche, del avance del estudio o del tratamiento del paciente, o de ambas cosas; de las pruebas de laboratorio y radiológicas que se van a pedir para el paciente y, por último, pero no por ello menos importante, de hablar con el paciente y valorarlo. Deben conocerse los resultados de los estudios de laboratorio y los progresos más recientes del paciente; es una oportunidad para quedar bien.
++
Lo ideal es que las diferencias de opinión y las omisiones evidentes en la atención al paciente se discutan y resuelvan educadamente en las visitas matutinas. Escribir nuevas órdenes, rellenar formularios de consulta y hacer llamadas telefónicas relacionadas con la atención del paciente es lo que mejor se hace justo después de las visitas matutinas. La planificación del alta es una parte esencial de todas las visitas matutinas.
+++
Visitas con participación del médico tratante
++
Varían mucho en función del servicio y de la naturaleza del médico tratante. Las mismas personas que se reunieron para las visitas matutinas están en las rondas presenciales, con la participación del médico tratante. En esta reunión, a menudo se vuelve a ver a los pacientes (en especial en los servicios quirúrgicos); se describen nuevos hallazgos significativos de laboratorio, radiográficos y de la exploración física (a menudo por el estudiante que atiende al paciente); y se presentan de manera formal nuevos pacientes al médico tratante (a menudo por el estudiante de medicina).
++
La prioridad más importante para el estudiante que asiste a las rondas es conocer al paciente. Debe estar preparado para contar de forma concisa al médico tratante lo que le ha ocurrido al paciente. Además, hay que estar preparado para hacer una breve presentación de la enfermedad del paciente, sobre todo si es poco habitual. Es probable que el médico tratante no se interese por detalles menores que no afecten las decisiones terapéuticas. Además, es probable que el médico tratante no desee oír una letanía de valores normales de laboratorio, sino solo los pertinentes, como “las plaquetas de la Sra. Pavona fueron de 350 000/mL a pesar de su enfermedad de médula ósea”. No tienes por qué contar todo lo que sabes en las visitas matutinas, pero debes estar preparado para hacerlo. ¡Puede que se hagan preguntas! (Los componentes esenciales de la presentación del paciente figuran en el capítulo 8, “Presentaciones orales y entregas de guardia seguras”.)
++
Las disputas entre el personal de la casa y los estudiantes suelen ser de mala educación en las rondas de asistencia. Por esta razón, la norma no escrita es que cualquier diferencia de opinión no discutida previamente no debe plantearse al inicio en presencia del médico tratante.
++
Las visitas nocturnas formales en las que los pacientes son vistos por todo el equipo una segunda vez suelen hacerse solo en los servicios quirúrgicos y pediátricos. Otros servicios, como el de medicina interna, a menudo se reúnen con el residente de guardia esa tarde, y estas reuniones deben ser cara a cara y seguir un protocolo institucional para ayudar a garantizar la seguridad del paciente mediante una entrega eficiente de la guardia. (Esto también se revisa en el capítulo 8, “Presentaciones orales y entregas de guardia seguras”.) Las visitas vespertinas se llevan a cabo entre las 15:00 y las 19:00 horas en la mayor parte de los casos.
++
Todos los datos nuevos los presenta la persona que recogió los resultados de las pruebas (a menudo, el estudiante de medicina). Se vuelven a redactar las indicaciones médicas, se solicitan las pruebas de laboratorio deseadas para primera hora del día siguiente y los que están de guardia elaboran una “lista de tareas” del trabajo que hay que hacer esa noche y una lista de los pacientes que necesitan una atención especial. Para cumplir la directiva del ACGME relativa a una semana laboral de 80 horas, muchos servicios han adoptado sistemas de cobertura “nocturna”. Los internos y residentes que atiendan a sus pacientes durante la noche se reunirán con el equipo en las visitas nocturnas. Estas estrategias de cobertura cruzada exigen una comunicación clara y concisa, esencial durante las entregas de guardia.