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Hoy en día, una tendencia en la atención médica es trasladar el cuidado del paciente al ambiente ambulatorio. Para que los estudiantes puedan transitar de manera exitosa por este cambio, deben entender la diferencia entre los ambientes ambulatorio y hospitalario. Frente al entorno hospitalario donde los pacientes están disponibles para su valoración durante un periodo prolongado, el ambiente ambulatorio tiene un ritmo mucho más rápido. Los estudiantes deben evaluar, diagnosticar y diseñar un plan de tratamiento dentro de un límite de tiempo. Además, el volumen de pacientes que se atiende a lo largo de cierto periodo de tiempo es mucho mayor que en los servicios hospitalarios. Los principios generales de la atención ambulatoria descritos aquí son similares para las disciplinas médica, pediátrica y quirúrgica.
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ENTENDIENDO SU FUNCIÓN
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El primer paso para que un estudiante se convierta en un miembro exitoso del equipo ambulatorio es entender su función. Si dan prioridad al bienestar de sus pacientes y lo utilizan como guía, es más probable que tengan una experiencia positiva. En su participación como estudiante, habrá un rápido acercamiento a muchos de sus pacientes. Es probable que tenga más tiempo para ofrecer a sus pacientes que los residentes o médicos adjuntos, quienes atienden a sus enfermos a intervalos de 15 a 20 min. A menudo escuchará detalles importantes acerca de la salud del paciente que desconocen tanto el médico adjunto como el residente. Por lo general, los pacientes consideran a los estudiantes menos amenazantes y se sienten más cómodos, teniendo mayor confianza con ellos. La historia clínica que los estudiantes obtienen muchas veces proporciona la oportunidad para mejorar verdaderamente la salud del paciente, por lo que no debe subestimarse el papel tan importante que desempeñan.
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Es importante que los estudiantes consideren constantemente las formas de mejorar sus habilidades clínicas y conocimientos médicos básicos. Las rotaciones representan un periodo para pensar acerca de su crecimiento como estudiante, aprendiz médico, miembro del equipo y médico. Se debe reservar tiempo cada semana para reflexionar sobre su avance. Se piensa de manera crítica sobre lo que disfrutó en determinada semana en cómo puede mejorar como aprendiz y miembro del equipo. Entre más invierta en su desarrollo, más interesado estará en sus encuentros con los pacientes; lo más probable es que su supervisor advierta este entusiasmo. Si bien la reflexión personal es esencial para una experiencia exitosa, también es importante interiorizar las opiniones de otros miembros del equipo. Debe solicitar con regularidad los comentarios de los residentes y médicos adjuntos con los que trabaja. En un consultorio ocupado, es importante disponer unos cuantos minutos cuando menos una vez a la semana para recibir ...