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ESCLEROTERAPIA: TRATAMIENTO DE LAS VARICES
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La escleroterapia es una técnica muy eficaz para el tratamiento de las varices.
Los esclerosantes pueden dividirse en osmóticos o detergentes, de acuerdo con el efecto que ejercen sobre los vasos.
Pueden utilizarse la escleroterapia líquida o la escleroterapia con espuma, según el calibre del vaso.
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Información relevante para principiantes
Los esclerosantes habituales son el tetradecil sulfato sódico (STS), el polidocanol y la solución salina hipertónica.
Los vasos de mayor calibre pueden beneficiarse de la escleroterapia con espuma, la cual se prepara inmediatamente antes de su uso.
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Información relevante para expertos
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¡No lo olvide!
Mantener o aumentar la actividad en el periodo posterior a la intervención es de vital importancia.
La tromboflebitis superficial es frecuente tras el procedimiento y también pueden observarse reacciones urticariales localizadas.
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Errores y precauciones
Con frecuencia se observan microembolias después de la escleroterapia con espuma, y pueden ocurrir cambios en la visión, aunque son poco frecuentes.
La TVP es un riesgo importante después del tratamiento, y debe advertirse a los pacientes al respecto.
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Puntos para instruir al paciente paciente
Aunque la trombosis venosa profunda y los cambios en la visión son inusuales, el riesgo debe comentarse ampliamente con todos los pacientes.
Las medias de compresión son muy útiles en el posoperatorio y deben evitarse las vendas.
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Información importante relacionada con costos
En Estados Unidos, los seguros no suelen cubrir la escleroterapia, ni siquiera cuando se realiza en pacientes sintomáticos. Los pacientes interesados con enfermedad sintomática pueden ponerse en contacto con su aseguradora para revisar la cobertura.
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Los médicos familiares valoran casi todos los días a pacientes con venas varicosas, las cuales constituyen un síntoma de enfermedad venosa crónica, término que abarca un amplio espectro de anomalías morfológicas (dilatación venosa) y funcionales (reflujo venoso).1,2,3 Los problemas relacionados con las venas pueden ser sintomáticos e incluir desde una dilatación venosa superficial mínima hasta cambios cutáneos crónicos con ulceración.
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En función de los signos y síntomas asociados, las manifestaciones de la enfermedad venosa crónica se han estratificado en clases de C0 a C6, basándose en la clasificación Clinical-Etiology-Anatomy-Pathophysiology (CEAP) (cuadro 33–1). En esta escala, la insuficiencia venosa crónica se limita por lo general a la enfermedad de mayor gravedad (es decir, las clases C4 a C6).4 Así, las varices (categoría 2 de la CEAP) sin presencia de alteraciones cutáneas no constituyen una verdadera insuficiencia venosa crónica. Son venas subcutáneas dilatadas, alargadas, tortuosas, de 3 mm o más de ...