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INTRODUCCIÓN

Los huesos de los niños son más blandos que los de los adultos, ya que son más porosos y no se ha completado su mineralización. Existen claras diferencias anatómicas entre unos y otros; se ha desarrollado una nomenclatura para identificar las fracturas y las distintas regiones afectadas del hueso en niños (fig. 5–1). Los huesos de estos poseen una fisis o placa de crecimiento, reconocible como un área radiolúcida entre la región metafisaria ensanchada del hueso y el centro de crecimiento o epífisis. El eje se denomina diáfisis. Los huesos de los niños crecen en longitud mediante la osificación endocondral en el borde metafisario. El hueso también crece en anchura en la cara diafisaria del hueso a través de osificación membranosa. La curación de las fracturas en los pacientes pediátricos es más rápida que en los adultos.

Figure 5–1.

Antebrazo normal. Radiografía frontal normal del antebrazo de un niño. Las puntas de flecha muestran las fisis (placas de crecimiento). Los asteriscos señalan las epífisis; (M) indica la región metafisaria y (D) la región diafisaria.

Los patrones de fractura observados en los traumatismos pediátricos son exclusivos de estos pacientes. Tres tipos comunes de fractura son la deformidad, la fractura en “tallo verde” o en rodete y la fractura en rama verde. La deformidad plástica representa un hueso que se dobla sin identificar un trazo de fractura visible. Es probable que haya fracturas microscópicas en el lado cóncavo o de compresión de la lesión.1 Este tipo de fracturas ocurre con frecuencia en el antebrazo o la parte inferior de la pierna, donde hay dos huesos (fig. 5–2). El cúbito y el peroné suelen verse afectados y puede haber una fractura completa del otro hueso largo acompañante. Los hallazgos radiográficos pueden ser tan sutiles que no es raro reconocer la deformidad de la fractura solo después de identificar la formación del callo.

Figure 5–2.

Fractura de cúbito con deformidad. La radiografía frontal del antebrazo muestra una deformidad (arqueamiento) del cúbito con una curvatura excesiva de la diáfisis radial (flecha). Se observa una fractura del tercio medio del radio.

Por lo general, las fracturas en rodete se producen en la región metafisaria del hueso y aparecen como pequeñas protuberancias en una cortical por lo demás lisa. Hay compresión del hueso en esta región. Se justifica una búsqueda cuidadosa de todas las series radiográficas habituales, ya que es posible que el rodete se observe en una sola proyección. Por lo tanto, las fracturas pueden pasar inadvertidas en una proyección común realizada en el servicio de urgencias. La localización más frecuente es la región metafisaria de la corteza dorsal del radio distal y el cúbito. Pueden afectarse ambos huesos (fig. 5–3).

Figure 5–3.

Fracturas ...

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