CAPÍTULO 9: Infarto óseo y osteocondrosis

OSTEOCONDRITIS DISECANTE

La osteocondritis disecante (OCD) es un proceso mal caracterizado que implica una fragmentación del cartílago articular, del hueso subcondral o de ambos que da lugar a una desvitalización focal que puede provocar dolor debilitante, inflamación y degeneración. Si no se trata, puede producirse una artritis terminal como resultado de patrones de desgaste anormales y lesiones cartilaginosas continuas.

En un principio se pensó que era el resultado primario de una inflamación, por lo que la afección se denominó “osteocondritis”; aunque se desconoce su verdadera causa subyacente, los traumatismos parecen ser un factor predisponente. Otras causas contribuyentes pueden ser la predisposición genética, isquemia o anomalías o laxitud ligamentosa. El término “disecante” hace referencia a la separación del cartílago y el hueso subcondral.

Anatomía patológica

En la interfaz cartílago-hueso, los condrocitos forman el cartílago articular, que está compuesto de proteoglucano hidratado y colágeno. En la osteocondritis disecante, se cree que el daño a esta capa protectora de proteoglucanos provoca la desintegración y disección del cartílago. El cartílago carece de inervación; sin embargo, el daño progresivo provoca la exposición del hueso subyacente, lo que causa dolor e incapacidad. Así, para cuando el trastorno se manifiesta clínicamente, ya se ha producido un daño cartilaginoso significativo.¹

La osteocondritis disecante afecta tanto a niños como a adultos. Se ha incrementado la incidencia de la osteocondritis disecante juvenil, en la que la epífisis no está fusionada. Esto se debe probablemente a la participación en deportes de competición, en especial los que implican saltos y cargas axiales. Los varones representan la mayoría de los pacientes con osteocondritis disecante juvenil, aunque la incidencia entre las mujeres también está aumentando. El TOC en adultos es inusual por encima de los 50 años, aunque puede afectar a pacientes de cualquier edad. No está claro si la osteocondritis disecante en adultos es el resultado de una lesión previa o juvenil, aunque se han descrito casos de novo en adultos. Es probable que haya cierta superposición en las dos formas de la enfermedad, aunque la distinción general sigue siendo la presencia (o ausencia) de una epífisis abierta. Los condrocitos tienen muy poca capacidad de regeneración, aunque en la forma juvenil de la enfermedad, casi 50% cicatriza, mientras que en la forma adulta, muy pocos se curan sin intervención y a menudo progresan hacia la osteoartrosis.

Anatomía

La rodilla es la articulación afectada con mayor frecuencia (fig. 9–1), representando casi 75% de los casos, aunque también suelen verse otras articulaciones como el tobillo (fig. 9–2) y el codo. En raras ocasiones, la OCD puede presentarse en el hombro, la mano, la muñeca o la cadera. El defecto suele observarse en una sola articulación, aunque es bilateral en casi 20& a 30% de los casos.