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INTRODUCCIÓN

Uno de los padecimientos en donde se ve afectado el ser humano es la mordedura de reptiles. A estos animales se les conoce estrictamente con el nombre de ofidios y a la afectación, por causa de su mordedura, seguida por la inoculación de su veneno, se le denomina propiamente ofidismo.

Cuando se habla de parasitología, se consideran como parásitos a los protozoarios, helmintos y artrópodos. Por otro lado, una interrogante que llama la atención es entender por qué se considera al ofidismo parte de dicha disciplina. El porqué se explica con base en que, la parasitología, se encarga del estudio de los organismos que viven a expensas del hospedero, causándole daño. En este caso, los reptiles viven en el campo, un lugar que a la gente también le conviene conservar y no destruir, por lo que le favorece su ecosistema. Sin embargo, cuando ese animal se siente amenazado por intromisión de una persona es cuando le ataca con una mordedura, de este modo, el ofidismo bien puede caber dentro de la parasitología.

Cabe aclarar que, para que produzcan algún daño, estos seres vivos deben morder e inocular su veneno. Por otra parte, debemos considerar que no todos los animales son ponzoñosos y venenosos. En ocasiones se les denomina animales venenosos a los ponzoñosos. Sin embargo, se puede cometer un error al generalizar. Hay animales que poseen veneno como los peces globo; no obstante, no son ponzoñosos pues no punzan, es decir, no inoculan su veneno; hay otros que punzan, pero no tienen veneno como muchos arácnidos.

Generalmente, los ofidios no muerden a una persona buscándole, sino que es debido a que el individuo invade su terreno, es por eso que al padecimiento se le conoce como accidente ofídico. Estos ocurren principalmente en el campo, pues es donde se encuentran estos animales. En el año 2009, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce al ofidismo como una de las enfermedades tropicales mal atendidas además de preocupantes, debido a que son motivos de discapacidad y hasta de muerte.

Cada año, cerca de 500 mil personas son mordidas por ofidios y más o menos 10% mueren. En México, existen alrededor de 103 especies. Las edades más afectadas oscilan entre los 15 y 44 años, básicamente debido a que se trata de personas que, con mayor frecuencia, caminan en el campo. La proporción de hombres-mujeres es: por cada dos hombres, una mujer. Tal vez, porque la mayoría de las personas que trabajan en el campo son hombres. Anatómicamente, las regiones más mordidas son pies y tobillos en más de 70% de los casos, luego muslos, manos y cabeza. En más de 90%, solo han sido mordidos una vez, muy pocos casos, menos de 5%, en dos ocasiones. Casi 50% es mordido por víboras de cascabel, poco más de 40% por nauyacas y el resto por otros tipos de serpientes.

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