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En el 2020 el Global Cancer Observatory (GLOBOCAN) dio a conocer que el cáncer de esófago ocupó el octavo lugar en incidencia y sexto en mortalidad, lo que se traduce en un tumor agresivo con alta letalidad y supervivencia a cinco años apenas de 19.9%1, asimismo la histología epidermoide es la de mayor incidencia mundial, sobre todo en países asiáticos y del este de Europa donde hay un alto consumo de tabaco. Sin embargo, se está observando un incremento dramático en el adenocarcinoma del tercio distal y unión esofagogástrica (UEG) en occidente y extendiéndose a oriente por el incremento de los pacientes con obesidad.
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Es fundamental separar las dos principales histologías para describir los factores de riesgo:
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Carcinoma epidermoide: principalmente asociado al alto consumo de tabaco y alcohol, dieta baja en frutas y verduras, consumo de bebidas a alta temperatura, antecedente de tumor en cabeza y cuello o pulmón, acalasia, tilosis, lesiones por cáusticos e infección por virus del papiloma humano (VPH) (serotipos 16 y 18). Sin embargo, de esta última la prevalencia de la infección en pacientes con cáncer epidermoide es solo de 22.4%. También la acalasia, estenosis cáustica y gastritis atrófica son factores de riesgo.
Adenocarcinoma: el principal factor es la obesidad. Esta incrementa la enfermedad por reflujo con progresión al esófago de Barrett considerada una lesión premaligna. Un metaanálisis mostró que un IMC >30 kg/m2 incrementa el riesgo para adenocarcinoma (2.34; IC 95%, 1.95–2.81) más que un IMC entre 25 a 30 kg/m2 (1.71; IC 95%,1.50–1.96).2 El reflujo crónico como un factor independiente no está bien definido ya que más de 50% de los pacientes con cáncer no refieren reflujo, asimismo, realizar un procedimiento antirreflujo no disminuye el riesgo para desarrollar cáncer. El esófago de Barrett incrementa entre 30 a 120 veces el riesgo para desarrollar adenocarcinoma contra población sana. Finalmente, el tabaco es otro factor que potencia la progresión del Barrett.
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El carcinoma epidermoide se localiza con mayor frecuencia en el tercio medio del esófago y las lesiones tempranas se identifican más fácilmente utilizando tinción de Lugol durante una endoscopia. Estas lesiones se infiltran y ulceran rápidamente para después invadir la lámina propia donde incrementa el riesgo de diseminación ganglionar que puede ser ascendente al cuello o descendente al abdomen. La enfermedad metastásica con mayor frecuencia es al hígado, hueso y pulmón.
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El adenocarcinoma está asociado al esófago de Barrett, una entidad patológica donde el epitelio escamoso normal es reemplazado por tejido metaplásico columnar y glandular que progresa a displasia de bajo y alto grado; biomarcadores como la aneuploidía y pérdida de la heterogeneidad en el p53 incrementan el riesgo de progresión. El adenocarcinoma es un conjunto de lesiones nodulares o ulceradas que alteran el patrón vascular en la mucosa, se localiza en el tercio ...