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La cirugía conservadora es un componente importante en el tratamiento del cáncer de mama (CaMama), las mujeres tratadas con cirugía conservadora tienen una mejor visión de su imagen corporal y pueden tener secuelas físicas menos adversas. Sin embargo, para que la cirugía conservadora de la mama se considere efectiva, el cirujano debe extirpar el cáncer completamente con márgenes quirúrgicos adecuados y conservar la forma y el aspecto de la mama para obtener un buen resultado cosmético; lograr ambos objetivos en la misma operación pueden ser desafiantes.1 Tradicionalmente, los cirujanos oncólogos son entrenados para quitar el cáncer a cualquier costo, poniendo poco énfasis en la importancia de la cosmesis; la cirugía conservadora es el mayor avance en la preservación de la cosmesis, desafortunadamente, 25–30% de las cirugías conservadoras tendrán un pobre resultado cosmético.2,3 Uno de los principales factores relacionados con este resultado es la cantidad de volumen mamario resecado. De acuerdo con el metaanálisis realizado por Cochrane et al., el límite de volumen de resección de tejido mamario para que una cirugía conservadora sea estéticamente aceptable es de 10 a 15%. Además del volumen mamario resecado, la localización del tumor es otro factor importante a considerar, ya que en lesiones localizadas en cuadrantes internos la escasez relativa de tejido permite resecciones hasta de 5%, mientras que en los cuadrantes externos, que tienen mayor volumen, permite resecciones hasta de 15% del tejido sin condicionar una repercusión importante en el resultado cosmético.4
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El concepto de cirugía oncoplástica de la mama combina principios de cirugía oncológica con técnicas de cirugía plástica, el objetivo principal es resecar completamente el tumor con márgenes quirúrgicos libres de enfermedad, conservar la forma y apariencia natural de la mama y evitar asimetrías.2,3,5
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Así, la cirugía oncoplástica puede definirse como una reconstrucción inmediata específica para cada mama y para cada tumor.6 La combinación de estas dos disciplinas quirúrgicas aumenta el número de mujeres que pueden ser tratadas con cirugía conservadora y permite realizar escisiones más amplias; la remodelación inmediata permite restaurar la forma, dimensión, posición, contorno y simetría mamaria, lo que se traduce en mejores resultados cosméticos.6,7 La cirugía oncoplástica es mucho más que la combinación de principios oncológicos con técnicas de cirugía plástica, es una filosofía que requiere visión, pasión, conocimiento de la anatomía, de la apreciación y entendimiento de la estética, de la simetría y de la función de la mama. El cirujano oncoplástico debe pensar constantemente: “Cómo puedo quitar el cáncer con márgenes quirúrgicos adecuados y al mismo tiempo, qué hacer para que la paciente se vea igual o mejor de lo que se ve ahora”.2 Sin duda alguna, la cirugía oncoplástica representa un avance que ha cambiado por completo el enfoque del tratamiento quirúrgico moderno del CaMama, llevando el desarrollo de la cirugía al siguiente nivel.3,8
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