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INTRODUCCIÓN AL CAPÍTULO
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El término dermatitis (eccema) se refiere a un grupo heterogéneo de trastornos cutáneos inflamatorios que comparten similitudes en la apariencia clínica y hallazgos histopatológicos, pero que pueden tener causas muy diferentes. Es un trastorno frecuente, afecta a una de cada cinco personas en algún momento de la vida. La dermatitis puede ser aguda, subaguda o crónica. En su etapa aguda, la dermatitis se caracteriza por eritema, edema y vesículas, mientras que la dermatitis crónica se caracteriza por liqueinificación, fisuras y descamación. Además, la dermatitis puede clasificarse como endógena (factores internos) o exógena (factores externos). El prurito es un síntoma común a todos los tipos de dermatitis.
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DERMATITIS DE CONTACTO
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La dermatitis de contacto es una forma exógena de dermatitis que se divide en dos categorías principales: dermatitis de contacto irritante y dermatitis de contacto alérgica (cuadro 8–1). La dermatitis de contacto irritante es más frecuente (80% de los casos) que la alérgica (20%); sin embargo, estas reacciones no son excluyentes entre sí y pueden ocurrir al mismo tiempo en un paciente particular. Por ejemplo, la alergia de contacto a un compuesto químico de los guantes puede complicar la dermatitis irritante de la mano causada por jabones irritantes usados para el lavado de manos. Además, un producto puede ser tanto irritante y como alergeno; un paciente puede tener una reacción alérgica a un conservador en un jabón líquido, además de tener una reacción irritante al detergente del jabón. Los irritantes frecuentes incluyen agua, jabón, limpiadores industriales y fuerzas de fricción; otros irritantes se listan en el cuadro 8–2. Los alergenos frecuentes se listan en el cuadro 8–3.
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