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INTRODUCCIÓN AL CAPÍTULO

Un paseo por el pasillo de la farmacia es prueba suficiente de que los síntomas de los genitales afectan a nuestra sociedad. Muchos pacientes harán todo lo posible por resolver los síntomas genitales por su cuenta, ya sea por vergüenza, por falta de acceso a la atención médica o por incertidumbre sobre qué profesional médico es el más adecuado para tratar el problema. Esto a menudo conlleva un retraso en la atención y, en ocasiones, hay más de una causa para sus síntomas para cuando se obtiene la atención. De hecho, una de cada seis mujeres experimentará una molestia vulvovaginal no tratada a lo largo de su vida.1 En el siguiente capítulo se revisan las causas más comunes de las molestias genitales con algunas recomendaciones de intervención precoz.

ANATOMÍA

Antes de repasar las principales causas de los síntomas y la enfermedad, es importante revisar la anatomía genital normal, que también se destaca en las figuras siguientes. El conocimiento de la anatomía genital normal puede ayudar al médico a identificar anomalías, así como a comunicar a otras especialidades el lugar de interés.

El componente externo de los genitales femeninos se denomina vulva (fig. 32–1). Los labios mayores se extienden bilateralmente desde el monte de Venus hasta el perineo a la altura de la horquilla y es una zona con vello. Entre los labios mayores hay dos labios menores que se extienden desde el prepucio del clítoris hasta justo antes de la inserción de los labios mayores. Entre los labios mayores y menores se encuentra el surco interlabial. El tamaño de los labios menores puede variar en forma significativa y dependiendo si se extiende más allá de los labios mayores en dirección externa. El prepucio del clítoris, cuando se retrae, deja al descubierto este órgano. La zona interior de los labios menores se denomina vestíbulo, y en ella se encuentran el orificio uretral, la zona del trígono y el orificio vaginal.

Figura 32–1.

Ilustración de los genitales externos femeninos. Reproducida con autorización de Jones HW, Rock JA: TeLinde's Operative Gynecology, 11th ed. Philadelphia, PA: Lippincott Williams & Wilkins; 2015.

La anatomía del pene consta de dos secciones principales: el cuerpo y el glande, que se encuentra en sentido distal (fig. 32–2). El glande en forma de cono contiene la abertura uretral en forma de hendidura. El glande está separado del cuerpo por la corona, que en los hombres no circuncidados está cubierta por el prepucio. La concavidad entre la corona y el cuerpo del clítoris es el surco.

Figura 32–2.

Ilustración de los genitales externos masculinos.

CATEGORÍAS DE ENFERMEDADES

Las enfermedades cutáneas de los genitales y ...

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