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INTRODUCCIÓN AL CAPÍTULO

No hay arte más difícil de adquirir que el arte de la observación, y para algunos es bastante difícil registrar una observación en un lenguaje breve y claro.

—Sir William Osler, 1903

La exploración física era la principal herramienta para el diagnóstico de la mayoría de las enfermedades antes de la amplia disponibilidad de pruebas de laboratorio e imágenes diagnósticas.1 Hoy en día, muchas enfermedades de la piel se diagnostican con base en una breve anamnesis y en la exploración física.

Por lo general, en casos de trastornos cutáneos, la anamnesis y la exploración física se realizan en la misma secuencia y de la misma forma que con cualquier otro aparato o sistema. Sin embargo, en algunos casos, es útil examinar al paciente después de realizar solo una anamnesis breve para que las preguntas puedan ser más enfocadas.

La anamnesis y la exploración física tienen una función importante para establecer una relación de sintonía, seguridad y confianza entre médico y paciente. En este capítulo se presenta información sobre las dificultades y oportunidades en la atención de poblaciones seleccionadas.

ALGUNOS PUNTOS CLAVE SELECCIONADOS EN LA ANAMNESIS EN LOS TRASTORNOS CUTÁNEOS

Una anamnesis enfocada en el problema es suficiente para la mayoría de los trastornos cutáneos frecuentes. Si el paciente tiene molestias sistémicas o si se sospechan enfermedades como lupus eritematoso o vasculitis, quizá sea necesaria una anamnesis detallada o completa.

Antecedente del padecimiento actual

  • Morfología inicial y subsiguiente de las lesiones.

  • Localización de la(s) lesión(es).

  • Síntomas (p. ej., prurito, dolor, sensibilidad, ardor).

  • Fecha de inicio /duración.

  • Intensidad, actual y pasada.

  • Factores que causan exacerbaciones.

  • Uso de fármacos, incluidos productos de venta libre.

  • Respuesta a tratamiento previo.

  • Antecedente de brotes similares previos.

Si la molestia principal del paciente es un tumor o crecimiento en la piel, deben agregarse las siguientes preguntas.

  • ¿Qué cambios ha habido en el tamaño y aspecto de la lesión?

  • ¿Existe un antecedente de hemorragia espontánea o causada por un traumatismo de la lesión?

  • ¿Hay antecedente de quemaduras solares o uso de camas de bronceado?

  • ¿Cuáles son los antecedentes de uso de filtros solares?

También es importante identificar el tipo cutáneo del paciente según Fitzpatrick, ya que esto ayuda a identificar a los pacientes con riesgo de cáncer cutáneo. Debe preguntarse al paciente si se quema con facilidad o se broncea después de la exposición inicial a alrededor de 45 a 60 min de luz solar a principios del verano.2 La respuesta del paciente determina el tipo cutáneo de Fitzpatrick.

  • Tipo cutáneo I: siempre se quema, nunca se broncea.

  • Tipo cutáneo II: casi siempre se quema, se broncea con dificultad.

  • Tipo cutáneo III: en ocasiones se quema, usualmente se broncea.

  • Tipo cutáneo IV: rara vez se quema, se broncea ...

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