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INTRODUCCIÓN

El prurito, comezón o escozor es una sensación desagradable de la piel que promueve el deseo de rascarse, en ocasiones de manera imperiosa. Es uno de los escasos síntomas de la piel, los otros dos son dolor y disestesias o alteraciones de la sensibilidad. El prurito es el más frecuente y acompaña a un sinnúmero de enfermedades de la piel, pero también puede ser un síntoma de padecimientos sistémicos de muy diversa naturaleza.

La sensación de prurito puede ir desde un ligero hormigueo o picazón sin que la persona perciba la necesidad de rascarse, hasta la mezcla con ardor o sensación de quemadura, que es propiamente lo que recibe el nombre de escozor. Puede ser una sensación transitoria, fugaz, persistente, repetitiva y se presenta de manera inesperada o en forma gradual. El prurito es responsable de 1% de todas las visitas al médico y se ha reportado que su prevalencia a lo largo de la vida es de 22%. Es frecuente que los pacientes con prurito sufran de alteraciones del sueño y afectivas, y tengan un impacto psicosocial importante con la subsecuente alteración de la calidad de vida.

El rascado, maniobra obligada para calmar el prurito, ocasiona en la piel lesiones elementales como costras hemáticas, eritema y erosiones; cuando es crónico, la liquenificación de la piel; también daña o modifica las lesiones primarias. En casos de rascado crónico las uñas toman un aspecto brillante, como pulidas.

ETIOPATOGENIA

Según su etiología, el prurito puede ser dermatológico, sistémico, neuropático o psicógeno. De acuerdo con su duración, el prurito puede ser agudo (menor a 6 semanas) y suele tener detonadores identificables, ser de inicio abrupto y puede autolimitarse o responder bien a tratamientos básicos. Si el prurito persiste más seis semanas se considera crónico, y representa un reto diagnóstico y terapéutico debido a la heterogeneidad de las condiciones que pueden provocar el prurito.

Prurito dermatológico

El prurito puede ser provocado por varios padecimientos dermatológicos infecciosos, infestaciones, inflamatorios/reaccionales, neoplásicos, genéticos o autoinmunes. Cerca de 50% de las entidades dermatológicas se relacionan con prurito, y en 25% de los casos éste puede ser grave. A continuación, se describen algunas de las causas más frecuentes (cuadro 4–1).

Cuadro 4–1Prurito dermatológico.

Es común que las dermatosis reaccionales sean muy pruriginosas; el prurito es un dato que las caracteriza; la urticaria, los prurigos y las dermatitis son pruriginosas. Las características del prurito pueden ser clave del diagnóstico; por ejemplo, cuando se presenta en las zonas flexurales se ...

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