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INTRODUCCIÓN

Dermatología y medicina interna están estrechamente relacionadas entre sí. La piel es un gran espejo capaz de reflejar alteraciones sistémicas de todo tipo y por consecuencia muchos padecimientos sistémicos pueden tener manifestaciones cutáneas. En este capítulo revisaremos las más frecuentes e importantes dermatosis relacionadas con trastornos sistémicos en medicina.

DIABETES

Enfermedad metabólica de origen endocrino con una prevalencia en México de 9.4% (ENSANUT 2016), que puede producir complicaciones crónicas como nefropatía, neuropatía, pie diabético y daño ocular que puede conducir a ceguera. Las alteraciones cutáneas son muy frecuentes en estos pacientes, sobre todo cuando no está controlada. Se calcula que entre 30% y 50% de pacientes con diabetes mellitus (DM) presentarán alguna manifestación cutánea.

Las manifestaciones en la piel ligadas de manera estrecha a la diabetes son múltiples, revisaremos las más importantes y frecuentes.

  1. Infecciones cutáneas. Ocurren entre 20% y 50% de los pacientes. Son más frecuentes en DM2, y se asocian a un pobre control glicémico. Micosis: la candidiasis es la más frecuente y se manifiesta en mucosas como candidiasis oral, vulvovaginitis y balanopostitis, y en la piel como intertrigo, paroniquia y perleche (perioral); los dermatofitos se manifiestan como tiña inguinal y del cuerpo; y en uñas se observa onicomicosis proximal (manos con mayor frecuencia). Bacterianas: furúnculos de repetición, abscesos, carbunco, erisipelas y eritrasma. Fulminantes: mucormicosis (letal) en casos de cetoacidosis grave y otitis externa maligna por Pseudomonas.

  2. Necrobiosis lipoídica. La necrobiosis lipoídica (NL), también llamada necrobiosis lipoídica diabeticorum, tiene una frecuencia de 0.3% a 1.6%, con mayoría en pacientes con uso de insulina. Es una dermatosis que se presenta en caras anteriores de piernas, de forma predominante en mujeres, y 50% padecen neuropatía y microangiopatía. Se caracteriza por la aparición de placas de bordes bien definidos de color café-rojizo y de superficie brillante; conforme la lesión se vuelve crónica, la parte central tiende a presentar atrofia progresiva, que puede llegar a la ulceración en 35% de estos pacientes, y el color toma un tinte amarillento (figura 20–1).

El control de la diabetes no corrige el curso de la NL. Su manejo incluye corticosteroides tópicos, orales e intralesionales, aspirina, pentoxifilina y cloroquina, con resultados variables.

  1. Granuloma anular. La forma común no se relaciona con DM; se presentan placas únicas, solitarias, en cualquier edad y género. Por lo general la forma diseminada, de etiología desconocida, ocurre en manos, brazos y tronco en pacientes diabéticos descontrolados, en forma de placas ovales o circulares con centro plano y pápulas periféricas en forma de palizada, asintomáticas (figura 20–2). Estas lesiones pueden desaparecer de manera espontánea y no siempre involucionan con el control de la diabetes. Su manejo es con esteroides tópicos e inhibidores de la calcineurina con resultados variables.

  2. Dermopatía ...

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