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Reconocer varias técnicas de evaluación de la actividad mecánica cardiaca.
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Describir la ecocardiografía y otras técnicas de visualización cardiaca para estimar la fracción de expulsión cardiaca.
Definir la relación presión-volumen telesistólica y cómo refleja la contractilidad cardiaca.
Una vez obtenidos los datos, calcular el gasto cardiaco mediante el principio de Fick.
Identificar el índice cardiaco.
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Comprender las bases fisiológicas del electrocardiograma.
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Establecer la relación entre los acontecimientos eléctricos de excitación cardiaca y las ondas P, QRS y T, los intervalos PR y QT y el segmento ST del electrocardiograma.
Reconocer las convenciones electrocardiográficas básicas de Einthoven y, una vez obtenidos los datos, determinar el eje eléctrico medio del corazón.
Describir el electrocardiograma estándar de 12 derivaciones.
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Hay una variedad de métodos disponibles para evaluar la función cardiaca. Algunos de ellos no son invasivos (p. ej., auscultación del tórax para evaluar la función valvular, electrocardiografía para evaluar las características eléctricas y diversas técnicas de imagen para evaluar la acción de bombeo mecánico) y otros requieren alguna instrumentación invasiva. Este capítulo proporciona una breve descripción de algunas de estas herramientas clínicas de uso común.
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MEDICIÓN DE LA FUNCIÓN MECÁNICA
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Los avances en varias técnicas de imagen no invasivas han hecho posible obtener imágenes bidimensionales y tridimensionales del corazón a lo largo del ciclo cardiaco. El análisis visual o asistido por computadora de dichas imágenes proporciona información útil en la evaluación clínica de la función cardiaca. Estas técnicas son de valor especial para detectar el funcionamiento anormal de las válvulas cardiacas o el movimiento anormal de la pared. Es factible utilizar estimaciones de los volúmenes de la cámara cardiaca en diferentes momentos del ciclo cardiaco para evaluar la fracción de expulsión cardiaca (es decir, el volumen sistólico dividido por el volumen diastólico final, SV/EDV [stroke volume divided by end-diastolic volumen]), y es posible utilizar imágenes de desplazamiento o deformación para evaluar la tensión de la pared cardiaca, o tasa de deformación.
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La ecocardiografía es la técnica de imagen cardiaca disponible que más se utiliza en la actualidad; esta técnica no invasiva se basa en el hecho de que las ondas sonoras se reflejan hacia la fuente cuando encuentran cambios bruscos en la densidad del medio por el que transcurren. Un transductor, colocado en lugares específicos del tórax, genera pulsos de ondas ultrasónicas y detecta ondas reflejadas que rebotan en las interfaces del tejido cardiaco. Cuanto mayor sea el tiempo entre la transmisión de la onda y la llegada del reflejo, más profunda será la estructura en el tórax. Una computadora reconstruye dicha información de varias maneras para producir una imagen continua del corazón y sus cámaras a lo largo del ciclo cardiaco. La ecocardiografía Doppler proporciona información adicional sobre la velocidad y dirección del flujo ...