Skip to Main Content

Definición del síndrome hemorrágico

Con excepción de la hemorragia menstrual que presentan las mujeres en la vida sexual activa, toda hemorragia se considera por definición como anormal. Sin embargo, en algunas situaciones la hemorragia no se relaciona con el estímulo que la originó o bien se presenta de manera espontánea. Es este tipo de hemorragia el que se considera como “anormal”, es decir, cuando hay una hemorragia espontánea o el estímulo agresor no explica una hemorragia profusa. Cuando un enfermo acude a evaluación con un cuadro hemorrágico es imprescindible, antes de tomar cualquier decisión terapéutica, que se realicen un interrogatorio directo al paciente o sus familiares y una exploración física detallada.

Clasificación clínica de los padecimientos hemorrágicos

Según sea el tipo de cuadro clínico que presenta un paciente, es factible incluirlo en alguno de los síndromes clínicos que pueden presentar los padecimientos hemorrágicos:

  • Síndrome vasculopático o vasculitis.

  • Síndrome trombocitopénico-trombocitopático.

  • Síndrome coagulopático.

  • Síndrome mixto.

Cabe mencionar que estos síndromes representan la fase de la coagulación que se ve afectada y que, para su evaluación, no se requieren estudios de laboratorio, es una evaluación clínica.

Fisiopatología de los síndromes hemorrágicos

Síndrome vasculopático

Indica una alteración en los vasos sanguíneos. Por lo general se trata de un proceso de tipo inflamatorio y se manifiesta por pequeñas pápulas eritematosas, que no son evanescentes a la presión; afectan con frecuencia las extremidades inferiores; pueden o no ser dolorosas y en ocasiones conllevan prurito. Dado que se trata de una inflamación, los estudios de laboratorio —tanto los de detección como los especiales— son por definición normales o bien negativos. La púrpura alérgica o anafilactoide o púrpura de Henoch-Schöenlein y las vasculitis autoinmunes son las enfermedades características de este síndrome.

Síndrome trombocitopénico-trombocitopático

Indica alteración en las plaquetas, ya sea porque existe una cantidad insuficiente (trombocitopenia) o bien por un defecto en la función de la plaqueta (trombocitopatía). Desde el punto de vista clínico se manifiesta por hemorragia mucocutánea, caracterizada por petequias, equimosis pequeñas, epistaxis, gingivorragia y alteraciones menstruales. Mediante una evaluación clínica es casi imposible diferenciar si el padecimiento obedece a una trombocitopenia o a una trombocitopatía.

Es muy raro que un paciente con este tipo de problema se presente a consulta con una hemorragia en cavidades como primera manifestación del padecimiento. Con pocas excepciones, el médico puede afirmar que si el paciente sufre una hemorragia en alguna cavidad corporal, su padecimiento no es consecuencia de un defecto plaquetario. El padecimiento característico de este síndrome es la trombocitopenia inmune primaria o púrpura trombocitopénica idiopática, o la ingestión de ácido acetilsalicílico de manera irregular o crónica. En la figura 32-1 se presenta de modo esquemático la valoración de un paciente con hemorragia mucocutánea.

Figura 32-1.

El sistema de activación reticular ...

Pop-up div Successfully Displayed

This div only appears when the trigger link is hovered over. Otherwise it is hidden from view.