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Los cuerpos extraños en tejidos blandos pueden encontrarse cuando se tratan heridas recientes o se valoran complicaciones de heridas antiguas. En el capítulo se revisan los métodos para detectarlos y retirarlos.
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Se realiza una revisión metódica de las heridas recientes, por contaminación por material extraño. Si se descubre un cuerpo extraño en una herida o incrustado profundamente en los tejidos, se establece si es urgente el retiro del material, si puede retrasarse o incluso, si es necesario. La decisión de retirar cuerpos extraños ubicados por debajo de la capa dérmica depende del tamaño, ubicación, composición, accesibilidad y efectos mecánicos e inflamatorios anticipados del objeto. En la sala de urgencias pueden retirarse muchos cuerpos extraños. Por ejemplo, todos los materiales extraños en las cavidades de heridas recientes deben irrigarse, desbridarse o extraerse con instrumentos. En ocasiones, debe referirse a los pacientes con cuerpos extraños subcutáneos al especialista apropiado para el retiro tardío.
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La mayor parte de los cuerpos extraños, son detectables en la exploración clínica.1,2. Se utilizan estudios de imagen para valorar las heridas cuando es posible que exista un cuerpo extraño oculto.3
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La inflamación transitoria es parte integral de la cicatrización normal de las heridas. Una pequeña cantidad de cuerpos extraños en una herida causa una respuesta inflamatoria en un esfuerzo por eliminar o contener a la sustancia invasora. Cuando en el interior de la herida se encuentran grandes cantidades de tejido desvitalizado, cuerpos extraños, bacterias y otros irritantes, ésta intensifica la respuesta protectora. La inflamación excesiva o prolongada puede retrasar la cicatrización de la herida o destruir las partes blandas y hueso subyacentes, dando origen a reacciones periósticas, lesiones osteolíticas, sinovitis y artritis. Si un cuerpo extraño no se disuelve o se expulsa, se encapsula y crea una cápsula fibrosa. Una vez que se encapsula un cuerpo extraño retenido, cede la inflamación.
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El tipo, momento e intensidad de la reacción inflamatoria dependen principalmente de la composición química y de las formas físicas de los cuerpos extraños. Los materiales inertes (como vidrio, metal o plástico) pueden no desencadenar una respuesta hística anormal. Los objetos con superficies no porosas, lisas, producen menos reacción inflamatoria y fibrosis que aquellos con superficies rugosas. La mayor parte de los metales son inertes, pero los que se oxidan, causan inflamación moderada a leve. Los aretes con chapa de oro causan inflamación del lóbulo de la oreja e inflamación cuando se desprende el chapado. Los cuerpos extraños de origen vegetal como madera o espinas desencadenan reacciones inflamatorias más intensas. Las espinas de erizos de mar, otros cuerpos extraños de origen marino y el cabello pueden causar inflamación crónica con formación de granulomas.
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En algunos casos la inflamación es causada por reacción tóxica local. Por ejemplo, las espinas contienen un alcaloide que produce una inflamación intensa. Los aceites y resinas de astillas ...