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INTRODUCCIÓN Y EPIDEMIOLOGÍA
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El ser humano muestra movilidad de las articulaciones del tarso (tobillo) , que es un factor básico para su condición de bípedo y la locomoción, lo cual explica las lesiones frecuentes de esa zona. Comprenden el 14.6% de todas las visitas a las salas de urgencias.1 Las fracturas del maléolo externo son más frecuentes en varones que tienen menos de 50 años y en mujeres mayores de 50 años.2,3 Entre los factores de riesgo de que surjan lesiones del tobillo están el antecedente de un esguince del tarso y la participación en deportes como el fútbol soccer, el basquetbol y el rugby.4-7 Una revisión del National Electronic Injury Surveillance System señaló en 2009 una incidencia de esguinces de tobillo de 206 casos por 100 000 personas en Estados Unidos.8
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La zona proximal de la mortaja tibioastragalina está compuesta de la porción distal del peroné y la tibia, que concuerda con la tróclea del astrágalo. Los huesos mencionados son más anchos en sentido anterior que en la mitad posterior. La estabilidad articular se logra gracias a los maléolos interno y externo que se sitúan a uno y otro lados del astrágalo. Tres grupos propios de ligamentos que estabilizan la articulación tibioastragalina son el deltoideo o lateral interno, el lateral externo y la sindesmosis (fig. 276-1). El ligamento lateral interno o deltoideo es el más potente y es una banda gruesa triangular de tejido que nace del maléolo interno. El complejo lateral externo está compuesto del maléolo externo, que se vincula con las caras anterior y posterior del astrágalo y el calcáneo por medio de los ligamentos peroneocalcáneo y peroneoastragalino anterior y posterior, respectivamente. Este complejo ligamentoso, en particular el ligamento peroneoastragalino anterior, es el punto más débil que más a menudo se lesiona en el caso de esguinces laterales y representa el 85% de los que acaecen en el tarso.10 La sindesmosis, que es la estructura de unión de la tibia y el peroné, es un grupo de cuatro ligamentos individuales que unen la zona distal de la tibia y el peroné, exactamente por arriba del astrágalo (fig. 276-1). La sindesmosis permite al peroné rotar y "soporta", en promedio, 16% de la carga axil.9
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