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Las lesiones neurológicas periféricas agudas son un grupo diverso de trastornos. Por definición, involucran lesión o enfermedad en las fibras sensitivas y motoras fuera del sistema nervioso central (SNC), que se extienden hasta la unión neuromuscular. El sistema nervioso periférico (SNP) tiene funciones sensitivas, motoras y autónomas. Por tanto, el paciente con lesión de nervio periférico puede tener síntomas que reflejan un trastorno en cualquiera de estas funciones o una combinación de ellas.
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Se excluyen procesos centrales, como apoplejía o la lesión de médula espinal, antes de considerar una lesión periférica aguda.
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DISTINCIÓN ENTRE LESIONES CENTRALES Y PERIFÉRICAS
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La neuroanatomía del SNC y el SNP brinda la mejor guía para distinguir estas lesiones. Los nervios periféricos contienen cantidades variables de fibras motoras, sensitivas y autónomas y siguen pautas bien descritas que los hacen proclives a lesiones típicas. Así, las lesiones de nervios periféricos tienden más a confinarse a una extremidad y se presentan involucrando a múltiples modalidades sensitivas y síntomas motores. Un ejemplo típico es un síndrome de compresión nerviosa que involucra debilidad, entumecimiento y hormigueo del antebrazo, que se desarrolla después de que el brazo ha estado en una posición particular por un periodo prolongado de tiempo. Sin embargo, la debilidad y el entumecimiento pueden verse tanto en trastornos periféricos como centrales. A veces hay hiporreflexia con las lesiones agudas, pero de forma invariable se desarrollan hiperreflexia y espasticidad con el tiempo. Los trastornos del SNP, como las enfermedades del SNC, pueden afectar a las estructuras bulbares, produciendo diplopia, disartria o disfagia. A pesar del solapamiento potencial, los trastornos del SNC a menudo tienen otras características que no se ven en los trastornos periféricos. Por ejemplo, la afasia, la apraxia y la pérdida visual son características de la enfermedad cortical. La mayoría de las lesiones del SNC produce signos de neurona motora superior: hiperreflexia, hipertonía (espasticidad) y reflejo plantar extensor (de Babinski). Quizá el componente de distinción más importante es la exploración de reflejos tendinosos profundos. La dorsiflexión del dedo pulgar del pie con abanicamiento del resto de los dedos y flexión de la pierna es un signo de Babisnki patológico, que indica interrupción del tracto piramidal. A pesar de que hay muchas similitudes entre los pacientes con lesiones de SNC y SNP, las distinciones generalmente son claras (cuadro 172-1). Si hay debilidad lateralizada, hiperreflexia, signo de Babinski positivo o cualquier otro hallazgo del SNC, se requieren más estudios en busca de un trastorno central más que uno periférico.
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