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En este capítulo se analizan los aspectos de la infección únicos de pacientes que reciben órganos mediante trasplante. A fin de valorar este tipo de infecciones se debe tener en cuenta tanto al donador como al receptor de las células u órgano trasplantados. Hay dos aspectos de importancia central: 1) es posible que se introduzcan en el receptor microorganismos infectantes (en particular virus, pero también bacterias, hongos y parásitos) del donador, y 2) el tratamiento del receptor con fármacos para prevenir el rechazo puede suprimir las respuestas inmunitarias normales, lo que incrementa en gran medida su susceptibilidad a la infección. Así, lo que podría haber sido una infección latente o asintomática en un donador inmunocompetente o en el receptor antes del tratamiento, podría convertirse en un problema que pone en riesgo la vida una vez que este último se somete a inmunodepresión. La valoración previa al trasplante en cada paciente debe orientarse con base en un análisis tanto de: 1) las infecciones que el receptor ya alberga, puesto que los microorganismos que se encuentran en estado de latencia o silenciosos antes del procedimiento pueden producir alguna enfermedad letal una vez que el paciente recibe tratamiento inmunosupresor, y 2) qué microorganismos tienen probabilidad de transferirse a través del donador, en especial aquellos con los que el receptor no tuvo contacto previo.
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VALORACIÓN PREVIA AL TRASPLANTE
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Varios microorganismos se han transmitido con el trasplante de órganos. La trasmisión de infecciones que se encontraban latentes u ocultas en términos clínicos en el donador ha dado lugar a la creación de protocolos específicos de detección en el donador. Se deben reportar los resultados de algunas de las pruebas habituales para el banco de sangre, como anticuerpos anti-Treponema pallidum (sífilis), Trypanosoma cruzi, virus de hepatitis B y C, virus de inmunodeficiencia humana (VIH) 1 y 2, y virus linfotrófico de linfocitos T humanos (HTLV, human T-lymphotropic virus) tipos 1 y 2). También se deben solicitar estudios serológicos para identificar una infección latente con virus de herpes simple (HSV, herpes simplex virus) tipos 1 y 2, virus de varicela zóster (VZV), citomegalovirus (CMV), virus de Epstein-Barr (EBV, Epstein-Barr virus) y virus de herpes asociado al sarcoma de Kaposi (KSHV, Kaposi's sarcoma–associated herpesvirus), que se conoce también como virus del herpes humano tipo 8; hepatitis A aguda, e infección por el parásito común Toxoplasma gondii. Cuando corresponde, en donadores que han vivido en áreas endémicas se deben buscar parásitos como Strongyloides stercoralis, T. cruzi y especies de Schistosoma. Los médicos que atienden a los posibles donadores de órganos deben examinar sus radiografías de tórax en busca de alguna enfermedad granulomatosa (p. ej., por micobacterias u hongos) y realizar pruebas cutáneas u obtener sangre para llevar a cabo análisis basados en células inmunitarias que detectan infección activa o latente por Mycobacterium tuberculosis. También está indicado investigar ...