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Las vitaminas son componentes indispensables en la alimentación del ser humano dado que en el cuerpo no se sintetizan o lo hacen en forma inadecuada. Sólo se necesitan cantidades pequeñas de estas sustancias para llevar a cabo reacciones bioquímicas esenciales (p. ej., al actuar como coenzimas o grupos prostéticos). Son poco comunes las deficiencias evidentes de vitaminas y oligoelementos en los países occidentales por la abundancia de alimentos variados y de bajo costo; el enriquecimiento de los alimentos y el uso de complementos. Sin embargo, pueden aparecer deficiencias de múltiples nutrientes en personas con enfermedades o alcoholismo crónicos. Después de la cirugía de derivación gástrica, los pacientes se encuentran en alto riesgo de múltiples deficiencias de nutrientes. Además, las deficiencias subclínicas de vitaminas y oligoelementos que se diagnostican por exámenes de laboratorio son muy comunes en la población normal, en especial en la población geriátrica. Por el contrario, por el uso amplio de complementos de nutrientes, está incrementándose la importancia fisiopatológica y clínica de los efectos tóxicos por nutrientes.
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Las poblaciones víctimas de hambrunas, afectadas por catástrofes y los desplazados y refugiados están en mayor riesgo de desnutrición proteínica-energética y deficiencias clásicas de micronutrientes (vitamina A, hierro, yodo), así como tiamina (beriberi), riboflavina, vitamina C (escorbuto), y niacina (pelagra).
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Los depósitos corporales de vitaminas y minerales varían en gran medida. Por ejemplo, los depósitos de vitamina B12 y A son abundantes, y es posible que un adulto manifieste deficiencia hasta después de 1 año o más de haber consumido una dieta insuficiente. No obstante, el folato y la tiamina se agotan dentro de las primeras semanas de carencia. Las modalidades terapéuticas eliminan nutrientes esenciales del cuerpo, por ejemplo, la hemodiálisis o los diuréticos eliminan vitaminas hidrosolubles, que deben ser repuestas con suplementos.
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Las vitaminas y oligoelementos desempeñan varias funciones en las enfermedades: 1) las deficiencias de vitaminas y minerales pueden ser causadas por estados patológicos como malabsorción. 2) La deficiencia o exceso de vitaminas y minerales puede causar enfermedad por sí misma (p. ej., intoxicación por vitamina A y hepatopatías). 3) Las vitaminas y minerales en dosis elevadas pueden utilizarse como fármacos (p. ej., niacina para la hipercolesterolemia). Como el tema ya se revisó en otra parte de esta obra, los aspectos hematológicos relacionados con las vitaminas y minerales (caps. 93 y 95) no se revisarán o se considerarán muy brevemente en este capítulo, al igual que las vitaminas y minerales relacionadas con el hueso (vitamina D, calcio, fósforo, magnesio; cap. 402).
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