++
La adolescencia es un periodo de rápido desarrollo físico, emocional, cognitivo y social. En general, la adolescencia comienza a los 11–12 años y termina entre los 18 y 21 años. La mayoría de los adolescentes completa la pubertad a los 16–18 años; sin embargo, en la sociedad occidental, por razones educativas y culturales, el periodo de la adolescencia se prolonga para permitir un mayor desarrollo psicosocial antes de que el individuo asuma el estatus de adulto. El desarrollo desde la infancia hasta la edad adulta incluye los siguientes pasos: (1) completar la pubertad y el crecimiento somático; (2) desarrollarse en los terrenos social, emocional y cognitivo, y pasar del pensamiento concreto al abstracto; (3) establecer una identidad independiente y separarse de la familia, y (4) prepararse para una carrera o vocación.
++
Los adolescentes (de 10–19 años) y los adultos jóvenes (de 20–24 años) constituyen 21% de la población estadounidense. La adolescencia suele ser un momento saludable de la vida, pero varios problemas sociales y de salud pública importantes pueden afectar en gran medida la morbilidad y la mortalidad durante estos años. Los factores ambientales son críticos para debilitar o apoyar la salud de un adolescente. El desarrollo positivo de los jóvenes facilita que adopten comportamientos saludables. Los patrones de conducta establecidos durante los periodos de desarrollo de la adolescencia, ayudan a determinar el estado de salud actual de los jóvenes y su riesgo de desarrollar enfermedades crónicas en la edad adulta.
++
En 2017, se produjeron 10 812 muertes entre adolescentes de 15–19 años en Estados Unidos, lo que representa una tasa de 51.2 por 100 000. Los factores culturales y ambientales, más que orgánicos, representan las mayores amenazas para la vida. Las tres causas principales de muerte en adolescentes de 15–19 años fueron lesiones no intencionales (38.5%), suicidio (20.2%) y homicidio (15.6%) (figura 4–1). La causa principal de muerte por lesiones no intencionales fueron los accidentes automovilísticos (52%), seguidos de envenenamiento (36%), que incluye sobredosis de medicamentos recetados. Desde el año 2000, las muertes por sobredosis de opioides aumentaron en más del doble entre los jóvenes de 15–24 años. Las muertes por homicidio se atribuyeron en primer lugar a las armas de fuego (88%) y tales armas también fueron un mecanismo principal de muerte por suicidio (47%). La tasa de mortalidad de los adolescentes varones de 15–19 años era más del doble que la de las mujeres (71.4 frente a 30 por 100 000, respectivamente), en gran parte debido a las tasas más altas de lesiones no intencionales, homicidios y muertes por suicidio entre los hombres.
++