++
Hace ya algunos años que un grupo de profesores procedentes de varias universidades españolas nos planteamos la necesidad de escribir un tratado de Fisiología, por y para hispanohablantes. El nivel científico y docente de la Fisiología ha alcanzado ya en nuestro país un grado suficiente de madurez como para abordar esta tarea, que consideramos necesaria por varios motivos. Primero, porque no era conveniente seguir dependiendo exclusivamente de las traducciones que se venían realizando de los textos anglosajones, algunos excelentes por cierto, porque éstos, o no se adaptaban totalmente a nuestras enseñanzas, o no explicaban algunos temas de forma conveniente o, en cualquier caso, aparecían con información un tanto desfasada en función del tiempo adicional de la edición traducida. Segundo, porque debíamos pasar de una situación de colonización científica a otra de autosuficiencia, como mínimo, o incluso de competencia con los textos anglosajones. Y tercero, porque constituía un reto al que había que hacer frente, por considerar que estábamos en condiciones científicas para afrontarlo.
++
Contando con profesores de las distintas Universidades de España que incluyen no sólo a fisiólogos sino también a farmacólogos e internistas para aquellas materias donde el nivel de investigación fisiológica y fisiopatológica de los grupos así lo hacía aconsejable, se ha elaborado un texto pensado no sólo para los estudiantes de 2° curso de medicina sino también para los de farmacia, ciencias biológicas y veterinaria. En todos los casos, los profesores, que también son investigadores, aportan su experiencia personal en temas que han contribuido a desarrollar con su propio trabajo experimental.
++
Se ha intentado en cada momento mantener una uniformidad descriptiva a pesar de la pluralidad de autores y adaptar las nuevas unidades del S.I.
++
Se ha seguido una metódica expositiva nueva, comenzando por la neurofisiología para continuar después con la sangre y el resto de los sistemas, haciendo en algunos casos pequeñas incursiones en la fisiopatología, cuando ésta nos sirve para comprender mejor los procesos fisiológicos. Se incluye un capítulo sobre nutrición, gran tema olvidado en otros manuales, y también dos capítulos sobre la fisiología hepática, que tampoco aparecen de forma habitual, para terminar con una serie de temas de integración y adaptación del organismo que contribuyen a transmitir al alumno el concepto unitario del mismo que tan necesario es para entender los procesos fisiológicos. El estilo de escritura ha procurado ser sencillo, sin citas en el texto para facilitar su lectura y con gran número de figuras y esquemas a dos colores.
++
Se incluyen referencias al final de cada capítulo, de revisiones actualizadas para ampliar conocimientos y sólo en algunos casos especiales se citan trabajos originales.
++
Aunque la dirección de un tratado de tales características debería haber correspondido a alguien con más años de experiencia, la necesidad de que dicha persona tuviera además que gestionar el proceso editorial y asumir una alta dedicación al mismo hizo que recayese sobre mí.
++
Cada uno de los grandes apartados del libro ha sido coordinado por uno o dos directores asociados elegidos precisamente por ser grandes expertos en el área y que, juntamente con el director, seleccionaron los temas y los autores que debían escribirlo supervisando después también los manuscritos y dibujos para darles la necesaria uniformidad. Vaya pues a ellos el reconocimiento por la excelente labor realizada. La presencia de estos expertos y el gran interés demostrado por la editorial McGraw-Hill/Interamericana, me han permitido en última instancia asumir el reto de llevar adelante este libro y sólo cabe ya esperar que tenga una buena acogida entre los alumnos de las distintas facultades para los que está pensado.
++
Ninguna obra es capaz de cubrir de entrada todos los objetivos que sus autores se proponen. Algunos temas son quizá demasiado extensos y otros por el contrario podrían ampliarse más. Pretendemos que si hay lugar a sucesivas ediciones estos problemas se puedan ir subsanando, pues es mejor salir adelante con una obra perfectible, que esperar buscando una perfección que sería dificilísimo de conseguir de entrada. Las críticas de profesores y alumnos nos ayudarán (o al menos así lo esperamos) en el futuro para conseguir que este libro pueda ser útil para entender la fisiología a las nuevas generaciones de médicos, biólogos, veterinarios y farmacéuticos de habla hispana. Si conseguimos esto, habremos cumplido con creces nuestro objetivo.
+
J. A. F. TRESGUERRES
1992