Skip to Main Content

INTRODUCCIÓN

Es muy probable que el cáncer de vagina sea metastásico. El carcinoma vaginal primario es raro y comprende menos de 5% de todas las neoplasias malignas ginecológicas (Siegel, 2019); esta baja incidencia refleja la poca frecuencia con la que el carcinoma primario surge en la vagina, así como los criterios estrictos para su diagnóstico. De acuerdo con los criterios de estadificación de la International Federation of Gynecology and Obstetrics (FIGO), una lesión en la vagina que afecte órganos adyacentes, como el cuello uterino o la vulva, por definición se considera cervicouterina o vulvar, respectivamente (Pecorelli, 1999). El tipo histológico más frecuente de cáncer vaginal primario es el carcinoma epidermoide, seguido del adenocarcinoma (Platz, 1995).

ANATOMÍA RELEVANTE

Durante la embriogénesis, los conductos mesonéfricos se fusionan en su parte caudal para formar el conducto uterovaginal (capítulo 19, Trastornos anatómicos, Desarrollo embrionario normal). La porción distal del conducto forma la parte proximal de la vagina, mientras que la parte distal de la vagina deriva del seno urogenital. El conducto uterovaginal está recubierto por epitelio cilíndrico, que luego se sustituye por células epidermoides que migran en sentido cefálico desde el seno urogenital. Más tarde, las células epidermoides del seno urogenital migran por el conducto uterovaginal y sustituyen al epitelio cilíndrico original; dichas células se estratifican, la vagina empieza a madurar y a engrosarse. Debajo de este epitelio se encuentran las capas muscular y adventicia.

La extensión local y la invasión linfática son tipos de diseminación frecuentes del cáncer vaginal. Los conductos linfáticos que drenan la vagina forman anastomosis extensas, complejas y variables. Como resultado, cualquier ganglio de la pelvis, ingle o región anorrectal puede drenar cualquier parte de la vagina. De éstos, los sitios principales de drenaje linfático vaginal son los ganglios linfáticos iliacos internos, externos y comunes. Por tanto, la linfadenectomía pélvica, en la que se obtienen muestras de estos grupos ganglionares, a menudo se realiza durante la escisión quirúrgica primaria de los cánceres vaginales proximales. Otra posibilidad es que la parte posterior de la vagina drene hacia los ganglios linfáticos, glúteos inferiores, presacros o perirrectales, y el tercio distal de la vagina drene a los ganglios linfáticos inguinales superficiales y profundos (Frank, 2005).

La diseminación hematógena del cáncer vaginal es menos frecuente, y el drenaje venoso consiste en las venas uterinas, pudendas y rectales, que drenan en la vena iliaca interna. El suministro de sangre arterial proviene sobre todo de ramas de la arteria iliaca interna, que incluyen las arterias uterina, vaginal, rectal media y pudenda interna (figura 38–12).

INCIDENCIA

De acuerdo con los cálculos preparados para 2019, se esperaba diagnosticar aproximadamente 5000 casos nuevos de cáncer vaginal y 1430 muertes por esta causa en Estados Unidos (Siegel, 2019). Su incidencia global es de 0.45 casos ...

Pop-up div Successfully Displayed

This div only appears when the trigger link is hovered over. Otherwise it is hidden from view.