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Los procesos clave de la enfermedad en el mediastino incluyen mediastinitis y tumoraciones del mediastino. El neumomediastino es una anormalidad mediastínica adicional resultado de la ruptura alveolar, la perforación esofágica o la disección de aire del cuello o el abdomen. El neumomediastino diagnosticado por radiografía de tórax, por lo general, no requiere tratamiento específico.
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La mediastinitis puede ser un proceso agudo o crónico. La mediastinitis aguda puede ser el resultado de una perforación esofágica, después de una cirugía cardiaca con esternotomía media, o de infecciones en el cuello, la cavidad oral o la cara. La perforación esofágica puede ocurrir espontáneamente o iatrogénicamente. Se requiere exploración quirúrgica del mediastino, reparación de la perforación esofágica y drenaje del espacio pleural y del mediastino. La mediastinitis después de la esternotomía media, por lo general, se presenta con drenaje de la herida y se diagnostica mediante aspiración con aguja mediastínica. El tratamiento requiere drenaje inmediato, desbridamiento y antibióticos por vía intravenosa.
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La mediastinitis crónica puede variar desde inflamación granulomatosa de ganglios linfáticos hasta mediastinitis fibrosante. La mayor parte de los casos se debe a tuberculosis o histoplasmosis.
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TUMORACIONES DEL MEDIASTINO
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En los compartimentos mediastínicos anterior, medio y posterior se encuentran diferentes tipos de tumoraciones mediastínicas. Las lesiones masivas más comunes en el mediastino anterior son timomas, linfomas, teratomas y lesiones tiroideas. En el mediastino medio se encuentran tumoraciones vasculares, ganglios linfáticos hipertróficos (p. ej., cáncer metastásico o enfermedad granulomatosa) y quistes broncogénicos o pleuropericárdicos. Las tumoraciones mediastínicas posteriores incluyen tumores neurogénicos, quistes gastroentéricos y divertículos esofágicos.
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Las tomografías computarizadas de tórax son en extremo útiles para valorar las masas mediastínicas. Los procedimientos de biopsia, por lo general, se requieren para diagnosticar masas mediastínicas. Los procedimientos de biopsia con aguja (p. ej., percutánea o broncoscopia), mediastinoscopia y toracoscopia son algunas de las opciones posibles.