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Este trastorno es consecuencia de la deficiencia de vitamina B12, como ocurre en la anemia perniciosa. Se caracteriza por neuropatía con espasticidad, debilidad, pérdida propioceptiva y parestesias por degeneración de los haces córtico espinales y de las columnas posteriores. En algunos pacientes también se desarrolla polineuropatía, cambios en el estado mental o neuropatía óptica. También puede desarrollarse anemia megaloblástica, aunque no hay correspondencia con el trastorno neurológico, y el cuadro de la primera puede ser disimulado si el paciente ha recibido complementos de ácido fólico. El tratamiento incluye la vitamina B12. En el caso de la anemia perniciosa, un régimen terapéutico conveniente comprende 1 000 mcg de cianocobalamina por vía intramuscular al día durante la semana, para seguir cada semana durante un mes, y después cada mes, el resto de la vida de la persona. La cianocobalamina VO como forma de restitución no se recomienda contra la anemia perniciosa cuando se desarrollan síntomas neurológicos. Un síndrome similar es causado por abuso recreativo de óxido nitroso inhalado por su interferencia con el metabolismo de la vitamina B12. La causa también puede ser deficiencia de cobre causada por malabsorción o por consumo excesivo de cinc.