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La esporotricosis es una infección micótica crónica generada por Sporothrix schenckii. Tiene distribución mundial; la mayoría de los pacientes ha tenido contacto con el suelo, el musgo esfagníneo o madera podrida. La infección se produce cuando el organismo se inocula en la piel, por lo general en la mano, el brazo o el pie, especialmente durante la jardinería, o cuando se pincha una espina de rosa.
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La forma más frecuente de esporotricosis se inicia con un nódulo subcutáneo duro no hipersensible que después se adhiere a la piel suprayacente y se ulcera. En un lapso de días a semanas tiene lugar la propagación linfocutánea por la red de linfáticos que transportan linfa de esta zona y ello puede causar úlceras. En personas con neumopatías crónicas primarias son posibles cuadros de cavitación pulmonar.
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La esporotricosis diseminada es rara en individuos con sistema inmunitario normal, pero puede presentarse con amplia afección cutánea, pulmonar, ósea, articular y del sistema nervioso central en sujetos inmunocomprometidos, en especial los que padecen sida y abusan del consumo de alcohol.
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Son necesarios los cultivos para establecer el diagnóstico. Las pruebas de anticuerpos son útiles para el diagnóstico de la enfermedad diseminada, en particular meningitis.
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El itraconazol, 200 a 400 mg diarios por VO durante varios meses, es hoy en día el tratamiento ideal para la enfermedad localizada y algunos casos más leves de la modalidad diseminada (véase cuadro 36–1). La terbinafina, 500 mg cada 12 h, también parece tener eficacia en la enfermedad linfocutánea. Contra la infección sistémica grave se administra anfotericina B por vía IV en dosis de 0.7 a 1 mg/kg/día o un preparado lipídico del mismo fármaco a razón de 3 a 5 mg/kg/día. La cirugía puede estar indicada en casos de enfermedad cavitada pulmonar complicada; en los casos de afectación articular se necesita algunas veces artrodesis.
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El pronóstico es satisfactorio en el caso de la esporotricosis linfocutánea, si bien reaccionan de manera menos satisfactoria los casos de enfermedad pulmonar, articular y diseminada.
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Estrada-Castañón
R
et al. Diagnosis and management of fungal neglected tropical disease in community settings—mycetoma and sporotrichosis. Trop Med Infect Dis. 2019 May 16;4(2):E81.
[PubMed: 31100844]
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Orofino-Costa
R
et al. Sporotrichosis: an update on epidemiology, etiopathogenesis, laboratory and clinical therapeutics. An Bras Dermatol. 2017 Sep–Oct;92(5):606–20.
[PubMed: 29166494]