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PRESENTACIÓN DE LIBRO DE TEXTO

El cuadro clínico típico es un poco vago, pero por lo general hay dolor de espalda persistente y molestia en la pierna que se desencadenan al caminar o permanecer de pie y se alivian al sentarse o inclinarse al frente.

ASPECTOS SOBRESALIENTES DE LA ENFERMEDAD

  1. El síndrome clínico de estenosis del conducto raquídeo lumbar consiste en síntomas característicos y anomalías radiográficas como espondilolistesis, estrechamiento del espacio discal, hipertrofia de articulaciones facetarias, osteofitos en los agujeros intervertebrales; la prevalencia calculada es de 12% a 21% de los adultos de edad avanzada.

    1. El síntoma más frecuente es la claudicación neurógena, un dolor o molestia variable durante la marcha o la bipedestación prolongada que se irradia a las nalgas, muslos o piernas.

    2. Puede haber dolor radicular o polirradicular y no se relaciona con la posición, como la claudicación neurógena.

    3. Las descripciones del dolor por estenosis del conducto raquídeo difieren en calidad de las descripciones académicas de la claudicación vascular (cuadro 7–9).

  2. Los síntomas y signos neurológicos son variables.

  3. La estenosis es más frecuente en la columna lumbar, en ocasiones en la columna cervical y rara vez en la torácica.

  4. La estenosis del conducto raquídeo se debe a procesos degenerativos hipertróficos y espondilolistesis degenerativa que comprimen la médula espinal, cola de caballo, raíces nerviosas individuales y las arteriolas y capilares que irrigan la cola de caballo y las raíces nerviosas.

  5. El dolor se intensifica con la extensión y se alivia con la flexión.

  6. Los pacientes con estenosis central casi siempre tienen dolor bilateral sin distribución por dermatomas que afecta las nalgas y la parte posterior de los muslos.

  7. Los pacientes con estenosis bilateral casi siempre tienen dolor con distribución por dermatomas.

  8. La repetición de la exploración física después de una marcha rápida podría demostrar anomalías sutiles.

  9. Cerca del 50% de los pacientes tiene síntomas estables; cuando hay agravación, es gradual.

    1. La estenosis del conducto raquídeo lumbar no avanza a parálisis y debe tratarse con base en la intensidad de los síntomas.

    2. La progresión de las estenosis cervicales y torácicas pueden causar mielopatía y parálisis, y requieren cirugía más a menudo que las estenosis del conducto raquídeo lumbares.

Cuadro 7–9.Hallazgos que distinguen la claudicación vascular de la neurógena.

DIAGNÓSTICO BASADO EN EVIDENCIAS

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