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En toda la comunidad médica se confía en los otorrinolaringólogos como expertos en las vías respiratorias. En esta función se ofrece tratamiento a pacientes con diversas afecciones relacionadas con las vías respiratorias y a menudo se pide a estos especialistas que valoren y protejan las vías respiratorias en situaciones difíciles. La capacidad para ofrecer tratamiento eficaz se deriva de conocimientos anatómicos detallados, la capacidad de valorar de modo exhaustivo las vías respiratorias, la experiencia en los diversos procedimientos y aspectos técnicos sobre seguridad de las vías respiratorias y la cooperación con los servicios de anestesiología. En este capítulo se revisa primero la forma de valorar las vías respiratorias en los diversos escenarios en que se presentan los pacientes. Se describen los componentes de la exploración física y los puntos clave en preparación para la valoración de las vías respiratorias. A continuación, se revisan en profundidad los pasos y técnicas para asegurar la permeabilidad de las vías respiratorias junto con los diversos instrumentos y equipos que deben dominarse para el control de las vías respiratorias. Se incluyen técnicas quirúrgicas y no quirúrgicas de las vías respiratorias.
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CONTROL DE LAS VÍAS RESPIRATORIAS
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Factores del paciente
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El control exitoso de las vías respiratorias debe comenzar con una valoración cuidadosa, exhaustiva y rápida. Una anamnesis dirigida permite una anticipación precisa del paciente “con vías respiratorias difíciles” y ayuda al otorrinolaringólogo a determinar el mejor método para asegurarlas. Los factores que se correlacionan con una vía respiratoria difícil incluyen obesidad, apnea obstructiva del sueño, antecedentes de cáncer de cabeza y cuello, cirugía previa o radiación de cabeza y cuello o antecedentes de intubación difícil. El momento de la última comida, así como los factores que retrasan el vaciamiento gástrico (p. ej., enfermedad por reflujo gastroesofágico [GERD, gastroesophageal reflux disease], diabetes mellitus, consumo de opioides), pueden ayudar a prever el riesgo de aspiración. Una anamnesis precisa también es fundamental para valorar las vías respiratorias y formular el mejor plan terapéutico. El médico debe determinar si la obstrucción se produjo de forma aguda o crónica. La edad del paciente también contribuye a distinguir la causa de la obstrucción. Las anomalías congénitas de las vías respiratorias (p. ej., laringomalacia, atresia de coanas, hemangioma, traqueomalacia) y las causas inflamatorias agudas (es decir, laringotraqueítis y epiglotitis) son más frecuentes en los niños. En los adultos son más probables los tumores. Los traumatismos pueden provocar una obstrucción rápida de las vías respiratorias y es esencial establecer el diagnóstico mediante una valoración endoscópica temprana. Es importante determinar de forma cuidadosa el mecanismo y el tipo de lesión. La sospecha de traumatismo laríngeo puede hacer que la intubación endotraqueal convencional sea peligrosa, ya que puede acentuar el compromiso de las vías respiratorias por la separación laringotraqueal. En estas circunstancias, el médico debe considerar la posibilidad de realizar una traqueostomía con el paciente despierto. ...