Skip to Main Content

INTRODUCCIÓN

Las cirugías de las glándulas suprarrenales se realizan por hiperaldosteronismo primario, feocromocitoma, hipercortisolismo (enfermedad o síndrome de Cushing) y carcinoma adrenocortical. Tales afecciones suelen caracterizarse por hipersecreción de una o más de las hormonas suprarrenales. Lo menos frecuente es practicar una operación por tumores no funcionantes o metástasis.

ANATOMÍA Y PRINCIPIOS QUIRÚRGICOS

El peso combinado normal de las suprarrenales es de 7–12 g. La glándula derecha yace posterior y lateral a la vena cava y superior al riñón (figura 35–1). La glándula izquierda se localiza en el polo superior del riñón, justo lateral a la aorta e inmediatamente posterior al borde superior del páncreas. Una característica quirúrgica importante es la notable constancia de las venas suprarrenales. La vena suprarrenal derecha, de 2–5 mm de longitud y varios milímetros de ancho, conecta la cara anteromedial de la glándula suprarrenal con la posterolateral de la vena cava. La vena suprarrenal izquierda tiene varios centímetros de largo y transcurre por debajo del polo inferior de la glándula junto a la vena renal izquierda después de recibir la vena frénica inferior. El drenaje venoso variante (venas múltiples o anómalas) ocurre en alrededor de 9–17% de las glándulas, y es más frecuente en el caso de feocromocitomas y tumores más grandes. Las arterias suprarrenales son de pequeño calibre, múltiples e inconstantes. Suelen originarse en la arteria frénica inferior, la aorta y en la rama de la arteria renal del polo superior.

Figura 35–1.

Anatomía de las suprarrenales. En el esquema se muestra el retorno venoso.

Con excepción de los cánceres no secretores, las indicaciones para realizar una intervención quirúrgica sobre las suprarrenales suelen ser consecuencia de estados hipersecretores. El diagnóstico y tratamiento comienza con la confirmación de un estado hipersecretor (p. ej., mediciones de cortisol, aldosterona y catecolaminas en sangre u orina en valores excesivos). Con el fin de determinar si el problema se origina en la suprarrenal, deben determinarse los valores de las hormonas tróficas en cuestión (p. ej., hormona adrenocorticotrópica [ACTH, adrenocorticotropic hormone] o renina). Si las concentraciones de hormona trófica están suprimidos pero la secreción de hormona es excesiva, se demuestra la secreción autónoma de las suprarrenales. El siguiente paso, excepto en el feocromocitoma, es determinar el grado de autonomía, un proceso que suele distinguir las hiperplasias (que responden a la mayoría de los mecanismos de control, pero no a todos) de los adenomas y los adenomas cancerosos. En general, los cánceres tienen poco o ningún control de retroalimentación. Si el problema primario no está en las suprarrenales, como sucede en la enfermedad de Cushing, el tratamiento debe dirigirse a otra parte cuando sea posible

Los principios más destacados de la cirugía suprarrenal son los siguientes:

  1. Siempre que sea posible, el cirujano debe tener la certeza del diagnóstico y ...

Pop-up div Successfully Displayed

This div only appears when the trigger link is hovered over. Otherwise it is hidden from view.