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INTRODUCCIÓN

Hoy en día, varios fármacos permiten inducir o aumentar el trabajo de parto. La inducción implica estimular las contracciones antes del inicio espontáneo del trabajo de parto, con o sin rotura de membranas. Cuando el cuello uterino está cerrado y no borrado, la inducción del trabajo de parto a menudo va precedida por la maduración cervicouterina, un proceso para reblandecer y abrir el cuello uterino. Este término es poco erróneo, ya que la maduración cervicouterina, en sí misma, también puede ser un medio de inducir el trabajo de parto. Aumento se refiere a la intensificación de las contracciones espontáneas que se consideran insuficientes por dilatación insuficiente del cuello uterino y escaso descenso fetal. Este capítulo presenta las indicaciones y métodos para inducir o aumentar el trabajo de parto, y para la maduración cervicouterina.

INDUCCIÓN DEL TRABAJO DE PARTO

Indicaciones

En Estados Unidos, la incidencia de inducción del trabajo de parto se incrementó de 9.5% en 1991 a 27% en 2019 (Martin, 2019). La inducción está indicada cuando los beneficios para la madre o el feto superan los de la continuación del embarazo. Las indicaciones más frecuentes incluyen rotura de membranas sin trabajo de parto, hipertensión gestacional, oligohidramnios, estado fetal no tranquilizador, embarazo de postérmino y varios trastornos médicos maternos, como hipertensión crónica y diabetes (American College of Obstetricians and Gynecologists, 2019a).

Los métodos para inducir o aumentar el trabajo de parto están contraindicados por la mayoría de los trastornos que impiden el trabajo de parto o el parto espontáneos. Las contraindicaciones maternas son implantación anormal de la placenta o un tipo de incisión uterina previa que se acompaña de un alto riesgo de rotura. Los trastornos infrecuentes son infección genital activa por herpes, anatomía pélvica estrecha o distorsionada, o cáncer cervicouterino. Los factores fetales incluyen macrosomía apreciable, hidrocefalia grave, presentación anormal y estado fetal no tranquilizador.

Riesgos

Algunas complicaciones maternas relacionadas con la inducción del trabajo de parto son corioamnionitis, rotura uterina y hemorragia puerperal por atonía uterina. Los estudios no aleatorizados iniciales sugirieron un riesgo mucho más alto de parto por cesárea en nulíparas que se sometieron a inducción del trabajo de parto (Luthy, 2004; Yeast, 1999). Sin embargo, los más recientes citan tasas comparables, o incluso menores, de parto por cesárea cuando el trabajo de parto inducido se compara con el trabajo de parto espontáneo (Middleton, 2020; Souter, 2019).

Estos estudios usaron el trabajo de parto espontáneo como el comparador, lo cual puede ser menos adecuado que usar el tratamiento expectante como comparador. En el estudio ARRIVE (A Randomized Trial of Induction Versus Expectant), trató a más de 6 000 nulíparas de riesgo bajo con 39 semanas de gestación que fueron asignadas al azar a grupos con inducción ...

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